La norma del aire acondicionado ya tiene excepciones
Discotecas, gimnasios o cocinas aplicarán la limitación con criterios de flexibilidad
Algunos establecimientos podrán poner el aire acondicionado a una temperatura inferior a la marcada en el real decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado el pasado lunes por el Gobierno. Concretamente, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha precisado en una entrevista en la radio que se podrá limitar al «entorno de los 25 grados» para asegurar el cumplimiento de la legislación laboral.
Aunque la normativa aprobada impone un mínimo para los establecimientos de 27 grados de temperatura, esta se aplicará «con flexibilidad» en aquellos negocios donde los empleados estén en continuo movimiento, como restaurantes, discotecas, cocinas o gimnasios. «No se puede pedir a trabajadores que están en condiciones de ejercicio físico importante que no tengan las condiciones que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatura», señaló la ministra, que puso como ejemplo que no se puede exigir la misma temperatura en una discoteca que en una librería.
Así, el Gobierno acepta las reivindicaciones de las asociaciones de hosteleros, que desde la aprobación de la medida reclamaban que el derecho laboral les permitía trabajar a 25 grados, dos menos que lo previsto en la norma.
Eso sí, comercios y establecimientos deberán justificar la causa por la que no aplican el límite de temperatura fijado, aunque se les dé esa «flexibilidad» para «proteger los derechos de la salud laboral» de sus trabajadores, señaló Ribera. En este sentido, diferenció entre los trabajos sedentarios -como una oficina- de los activos -como un restaurante-, aunque incidió en que el real decreto «está para cumplirse» pero siempre teniendo en cuenta el respeto por las condiciones laborales.
El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, considera que las medidas son «razonables» y que el sector las cumplirá sin problema, más ahora que se ha confirmado lo que ellos defendían desde que se aprobó el decreto: su límite de temperatura máxima en verano seguirá siendo 25 grados según un decreto del año 1997 donde se fijan las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. A esta norma hacía referencia la Comunidad de Madrid al denunciar que el decreto «incumple» los convenios de hostelería y comercio que «indican que no pueden haber más de 25 grados en el puesto de trabajo».
Son numerosos los colectivos que se han sumado a las críticas a esta medida de restricciones de consumo de fuentes de energía que se entienden necesarias para racionalizar el gasto energético en una época de escasez que se da por inevitable