Reformas antes del paso del estrecho de León a San Andrés
Las intervenciones aportan retoques a la acera en la Avenida de Quevedo pero no llegarán a Párroco Pablo Díez
El estrecho entre León y San Andrés forma parte de una historia de frustración para los residentes de la zona, para partidos políticos, para asociaciones vecinales, que reclamaron desde hace meses y en diferentes acometidas, una acera adecuada a la altura de la avenida que se transita. Ese espacio, donde se localiza la línea divisoria entre León y San Andrés, permanecerá expuesto a una acera estrecha que desagrada a los peatones, residentes y al aluvión de peregrinos jacobeos que tienen que franquear el paso camino a Santiago. Las diferentes mociones, las iniciativas emprendidas por partidos políticos en diferentes espacios administrativos, en los Ayuntamientos de León y San Andrés, en los cauces parlamentarios nacionales, se han topado con la negativa del organismo que también tiene la llave para aportar mejoras urbanísticas de las que está pendiente esta raya de San Andrés y León: Adif no va a ceder terreno interior de la zona ferroviarias para que la acera, en curva, cuando la Avenida de Quevedo se hace Párroco Pablo Díez, gane holgura para la seguridad del caminante. Las obras al otro lado del linde, en la zona de acera de la avenida de Quevedo que se realizan estos días, vienen a rememorar la negativa a intervenir en favor de los intereses vecinales al otro lado, en el municipio de San Andrés del Rabanedo.