Villahierro sufre trece incidentes de cierta relevancia en menos de un mes
Acaip reclama medidas contundentes para poner freno a los ataques a los funcionarios
La Sección Sindical de la Agrupacón de Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) en el Centro Penitenciario de León, denunció ayer «las insoportables condiciones en la que están desarrollando su labor los trabajadores de la cárcel leonesa». Solo en los últimos veinte días, el cúmulo de incidentes y agresiones a los trabajadores del centro «ha sido continuo».
El 20 de julio un interno clasificado en primer grado, «prendió el colchón de su celda poniendo en riesgo su integridad física y la de los trabajadores, que con su rápida intervención salvaron la vida del interno».
El 22 de julio, un interno «roció a otro con lejía en un módulo de vida ordinaria». El mismo día un interno clasificado en primer grado, y en el departamento de Enfermería, «rompió los cristales de su celda, y se los tragó con el objetivo de agredir a los trabajadores al auxiliarle». El día 25, este mismo interno «provocó una salida al hospital al tragarse más objetos, entre ellos un mechero».
También el 22 de julio, «dos internos clasificados en primer grado inmovilizaron a otro interno en el patio del departamento de aislamiento. Al intervenir para solventar la situación, tres trabajadores resultaron heridos».
El 25 de julio, y también en el departamento de aislamiento, «un interno clasificado en primer grado se intentó ahorcar, y solo la rápida intervención de los trabajadores salvó su vida».
El 28 de julio, en un módulo de vida ordinario «se produjo una pelea multitudinaria donde tuvo que intervenir la totalidad de la plantilla de servicio, dejando desprotegidos varios departamentos». A causa de dicha pelea se aisló a cuatro internos.
El 30 de julio en un módulo de vida ordinario «se produjo otra pelea multitudinaria, que dio como resultado el traslado al Hospital de un preso con lesiones al partirle otro una silla en la cabeza». A causa de dicha pelea se aisló a dos internos.
AUTOLÍTICO
El día 30 de julio, «un recluso destrozó su celda y se autolesiona, poniendo en riesgo la integridad física de los trabajadores al intervenir para salvaguardar su vida».
Ese mismo día, «un interno clasificado en primer grado protagonizó otro grave incidente al ser trasladado al departamento de aislamiento». El 31 de julio «se produjo un plante de varios internos que se negaron a subir a las celdas». Dicha situación se saldó con el aislamiento de cuatro internos, que al proceder a su traslado insultaron y amenazaron a los trabajadores.
El 1 de agosto, otro interno, esta vez en el departamento de enfermería, «agredió a un trabajador, que resultó lesionado».
El 9 de agosto, en el departamento de aislamiento, «otro trabajador fue agredido por un interno clasificado en primer grado de tratamiento». Lo anteriormente relatado «es la vida diaria en la prisión leonesa», se queja el sindicato.
Hasta 13 incidentes muy graves en un espacio muy corto de tiempo «que han puesto en riesgo la vida de los trabajadores y de los internos». Eso «sin contar los incidentes diarios de amenazas, insultos y demás agresiones verbales que estamos viviendo los trabajadores día a día al desempeñar nuestro trabajo», denuncia el sindicato.