El falso efecto llamada, un tabú que no responde a la realidad

Los suicidios han sido tradicionalmente un asunto doloroso del que no se habla y que ha venido silenciándose en los medios de comunicación. «Se ha creído que este tipo de informaciones podrían causar un efecto llamada, particularmente entre aquellas personas que han mostrado conductas suicidas. Sin embargo, ese mutismo no ha evitado que los casos sigan aumentando cada año», explica José Mariano de Priego, miembro de la asociación en León.

Hoy, «hasta la Organización Mundial de la Salud recomienda que se informe, siempre que se haga con responsabilidad».

El consumo de antidepresivos en España ha aumentado un 200% en la última década y el de ansiolíticos e hipnóticos, casi un 90%, pero no se han frenado los suicidios. La crisis ha afectado a los episodios de este tipo indirectamente, en la medida en que se

promueven los recortes en salud mental y se deja a muchas personas desprotegidas.

El presupuesto se reduce, los trastornos mentales se agudizan y los profesionales del sector están desbordados.

Con este panorama la respuesta suele ser la prescripción de psicofármacos. Se medicaliza la angustia y el sufrimiento, en lugar de apostar por terapias más efectivas.