Justicia
Fallece el magistrado leonés Lorenzo Álvarez de Toledo
El jurista, periodista y escritor deja una profunda huella y enorme pesar entre los profesionales que conocieron su nutrida labor en los juzgados y en la Audiencia
Lorenzo Álvarez de Toledo. JESÚS F. SALVADORES
La justicia leonesa se queda un poco más huérfana y la humanidad pierde a una persona tan afable como cabal. Se fue Lorenzo Álvarez de Toledo con la llegada de septiembre. El juez. El periodista. El escritor. El bonachón. Nunca había sido lo suyo la salud, sobre todo en los últimos años. Hoy ya descansa en paz.
Nacido en Madrid en 1963, estudió Derecho en la Universidad de Alcalá de Henares y accedió a la judicatura por oposición en 1988. Ejerció como juez en Calatayud (Zaragoza) y como magistrado en Castellón y Ciudad Real. Había sido también magistrado de la Audiencia Provincial de León.
En 2012 obtuvo el doctorado en Derecho con una tesis sobre Derecho Internacional. Había escrito innumerables obras de contenido jurídico y varias novelas cortas premiadas con galardones locales: Las cuentas (1996), Solo con su silencio (1999) y La culpa es de Werther (2004).
En 2004 se alzó con el Premio La Venatoria de novela corta y en 2016 fue galardonado con el de Relatos que convoca Amnistía Internacional con su obra La mujer de un millar de Dirhams.
En el ámbito jurídico también resultó galardonado. Obtuvo el primer Premio Jurídico Internacional Memorial Dionisio Sáez Chillón, convocado con carácter bianual por el Colegio de Abogados de Segovia y el Capítulo Español de la Federación Interamericana de Abogados en homenaje al letrado segoviano fallecido el 7 de noviembre de 2011. Aquel trabajo contenía en sus cerca de cien páginas referencias al marco histórico del derecho de extranjería, a las normas y «sombras» de la Constitución española y las comunitarias en esta materia, la asistencia y la reforma de la ley de justicia gratuita, la atención a los extranjeros que son rechazados en las fronteras o las facultades de los jueces.
Su legado en materia de producción y premios es tan extenso como entrañable el recuerdo que deja para compañeros, amigos y familiares. Se va una buena persona.