El buen patrón
Cuesta encontrar palabras en un día como hoy, en el que nos despedimos de nuestro Presidente Fundador, don Cesáreo González Diez.
Describir en pocas líneas la grandeza de su figura, su bonhomía, su determinación y su capacidad para ayudar a los demás no es fácil, pero así ha sido su vida, cercana a los 100 años y que ha disfrutado con salud, trabajo, honradez y generosidad hasta el final.
Un hombre siempre satisfecho con su trabajo, ya fuera como ganadero en su tierra natal, el municipio leonés de Vegaquemada, donde transcurrieron sus primeros 40 años de vida, o al otro lado del mundo, en Ciudad de México, donde llegó a petición de su tío, don Pablo Diez, acompañado por su esposa doña Amalia, para incorporarse, como muchos de sus hermanos, a la pujante empresa que era ya entonces el Grupo Modelo, una de las cerveceras más importantes del mundo.
El que haya tenido la fortuna de conocer a don Cesáreo sabrá de su grandeza, de su carácter noble y sencillo, de sus ganas de vivir y disfrutar con la familia y los amigos, de su capacidad de trabajo, de su intuición para alcanzar el éxito y de esa inquebrantable necesidad de ayudar a los demás que siempre dio sentido a su vida.
La filantropía es pura convicción en esta gran familia de Vegaquemada, que generación tras generación siempre lleva a León en el corazón y en sus planes, sin importar la distancia, y que hoy se queda un poco más huérfana con la marcha de don Cesáreo.
Su altruismo ha tomado forma en incontables proyectos a lo largo de los años… Con sus hermanos Pablo y Luis buscó fórmulas para favorecer su comarca: un camping, piscinas, un polideportivo, un albergue junto al río… Más tarde hicieron realidad la residencia de mayores de Vegaquemada y el centro de turismo rural Las Cabañas, en ese entorno privilegiado que es la montaña leonesa.
Será en plena crisis económica, en el año 2013, cuando toma la decisión junto con su hermano Pablo de crear la Fundación Cepa González Diez. El objetivo, ayudar a las personas más necesitadas de la provincia, hacer posibles proyectos sociales y dar oportunidades a través de la educación, aupando a estudiantes de expediente brillante para que su capacidad económica no fuera obstáculo a su talento.
Con Cepa, Don Cesáreo cumplió sueños. Suyos y de muchos leoneses: la rehabilitación del rosetón central de la Catedral de León, la adquisición de un TAC cardiaco único en España para el Hospital de León, la financiación de proyectos de decenas de entidades sociales. Construcción y equipamiento de centros sociales, autobuses para traslado de personas con discapacidad, salas de terapia, comedores sociales, becas educativas a Reino Unido y Estados Unidos… Una labor discreta, callada, como a él siempre le gustó, que ha ayudado a mejorar muchas vidas.
Su capacidad de trabajo y su carácter emprendedor marcaron su trayectoria profesional. En el gran coloso cervecero del Grupo Modelo, don Cesáreo se inició en las labores de almacén más básicas hasta erigirse como consejero y accionista de incontables compañías a lo largo de los años. Ese espíritu nunca lo abandonó y con 92 años favoreció en su tierra la puesta en marcha de su último proyecto empresarial, ‘Biovegamasa’, compañía de pellets ubicada en Vegaquemada para promover empleo y oportunidades en la zona.
Quiso don Cesáreo que aquel incierto viaje que tantos leoneses emprendieron con destino a México a finales del XIX y principios del XX formara parte de la memoria colectiva y fuera conocido por las generaciones futuras. Este deseo tomó forma en 2018 con la creación del Museo de la Emigración Leonesa, con sede en la Casona de los Pérez, un canto a las raíces, a la nostalgia y al valor del esfuerzo y el trabajo donde los visitantes hacen un recorrido emocional por la historia de vida de aquellos leoneses que, como don Cesáreo, abandonaron su tierra pero jamás olvidaron sus raíces.
Medalla de Oro de la Ciudad de León desde 2021, su humildad, bondad y tenacidad nos dejan una huella imborrable, un ejemplo de vida y también un vacío tremendo, porque el mundo está muy necesitado de líderes como don Cesáreo.
León ha tenido la suerte de disfrutar de él. Quienes hemos tenido la fortuna de trabajar a su lado, sabemos que hemos tenido un buen patrón.
¡Hasta siempre, querido patrón! El cielo te espera. Como espera a todos los hombres buenos.
Descansa en Paz