La carretera de Caboalles: ocho kilómetros de aceras y carril-bici

Después de múltiples atropellos y accidentes, la carretera de Caboalles añadirá las reivindicadas aceras para los peatones en ambas márgenes a su paso por el municipio de San Andrés del Rabanedo, Sariegos y una pequeña parte de Cuadros a la entrada de la localidad de Lorenzana. Una mejora sustancial tanto para la circulación de personas y vehículos como para la seguridad a lo largo de los 8,1 kilómetros de distancia entre las glorietas de San Juan de Dios y el paso inferior de Lorenzana. Las obras estarán en marcha en 2023, según las previsiones, y permitirán renovar el firme actual de la carretera autonómica CL-623, construir aceras de dos metros de anchura a ambos lados en los lugares que se pueda e incluso de 2,77 metros y una ciclovía también a cada lado unidireccional de un metro de anchura, según consta en el plan de acondicionamiento de la Junta, bautizado como proyecto de construcción, seguridad vial, carril-bici junto a la CL-623 y adaptación de travesías. La carretera de Caboalles da continuidad a la avenida de San Ignacio de Loyola y ahora combina tramos de aceras discontinuas y los accesos a las fincas con rasantes a cotas diferentes de la calzada. El vial también está deteriorado. Por eso se trata de una obra «muy necesaria». Los tres municipios destacan que la Consejería de Fomento «siempre ha sido muy sensible».