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Infraestructuras

¿Soterrar o enterrar Trobajo?

El área más poblada del cordón urbano de León espera que la cita entre Adif y Cabañas aporte soluciones a la brecha de las vías

Arenga desde el balcón de la pasarela azul de Trobajo, otra pieza rechazada por los vecinos. DL

León

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La carpeta de Trobajo sale a flote, al fin a la mesa de la presidenta de Adif, que determinará hoy si se decanta por soterrar o por enterrar la localidad más poblada del perímetro urbano de León.

En una gestión de última hora, la junta municipal de portavoces se reunión por vía telemática para recoger las propuestas de los grupos políticos, que ya están clasificadas entre la documentación que llevarán Camino Cabañas y Benjamín Fernández a Madrid, la alcaldesa y concejal de Hacienda, para despachar con los máximos responsables del administrador ferroviario y tratar de solventar el nudo de los puentes , pasarelas, pasos elevados, que cada vez aprieta más el interés social, económicos y político de Trobajo del Camino.

Sin agravios

La plataforma por el soterramiento exige el tren bajo losa, como en otras ciudades españolas

Soterramiento es el mandato que lleva el Ayuntamiento de San Andrés a una cita suspendida en primavera, por motivos de agenda ministerial, cuando estaba programada una marcha vecinal de la plataforma que promueve el tren bajo losa en Trobajo.

Aquella incidencia fue otra espoleta más en el desencanto de la población de la localidad, habitantes afectados por esta brecha que supone el puente en Párroco Pablo Díez, la pasarela azul, los pasos inferiores de la calle Príncipe, los elevadizos y ascensores de Limonar de Cuba, el parón en el vial de San Juan de Dios, la valla, dos kilómetros de valla y alambrada en torno a las dos orillas del tren en el pasillo que separa la ciudad en dos mitades mientras avanza hacia Asturias.

Encomiendas que son de la plataforma vecinal, que cumple un año de acción directa y protesta en la calle contra el plan de Adif de demoler un puente sobre la travesía urbana de la N-120, en Párroco Pablo Díez, y volver a levantarlo, más alto, más ancho, porque lo exige el protocolo de las normas de circulación de la alta velocidad y los enganches a la catenaria.

Con el puente empezó todo, una vez que la plataforma vecinal se negó a que se renovara una estructura viaria heredada de la obra pública del Movimiento, que se levantó por el Ministerio de Obras Públicas cuando el franquismo, en 1960, después de rechazar el soterramiento de la vía tal y como estaba programado en los guiones de la sociedad León Alta Velocidad. También ha crecido la oposición a la estrategia de Adif de crear un gueto en Trobajo a base de coser las dos riberas de este río del ferrocarril que abre las carnes del municipio alentada por la pasarela azul, que el vecindario considera hasta una agresión para la intimidad de los domicilios que alcanza con sus pasillos elevados, sus rampas en forma de puerto alpino, su estética agresiva en mitad del Camino de Santiago.

Es el nudo central de un motivo de protesta que se ha extendido a base de la técnica del sabaneo, con pancartas que escriben negro sobre blanco lemas que se han consagrado ya como consignas de la lucha. Recientemente, la plataforma vecinal logró sumar a 16 asociaciones sociales y culturales de León a esta causa, que es también de la capital leonesa, porque el soterramiento debe tomarse desde el punto en el que quedó pendiente, en la salida de Doctor Fleming a la calle la Velasquita.

A las cuatro y media de la tarde comienza la cuenta atrás para Trobajo del Camino, que espera quitarse de en medio la cadena de obstáculos que sufre desde hace medio siglo en torno al tren con un molde que ahora se quiere renovar, en vez de colocar una losa. Como en Montcada, como en Langreo, como en Valencia, como en Almería; con millones, como los cuatrocientos consignado para la localidad barcelonesa; como la cifra mareante que se le asignó recientemente a la capital levantina.

La fallida integración del tren en León condiciona desde hace dos décadas la espera de Trobajo, que se traga de más de dos kilómetros de trazado urbano del ferrocarril a flor de piel. El tren lo condiciona todo. Esa es la fuente de la rebelión vecinal que tiene ocasión Adif de aplacar a las cuatro y media de esta tarde.