Suspendido el juicio al acusado de inducir el suicidio de Calleja
La causa, esta vez, fue un problema técnico en el sistema de videoconferencia
La Audiencia Provincial de Mallorca suspendió el juicio que debía celebrarse ayer en Palma contra Cristian Costenoble, acusado de quebrantamiento de condena y coacciones por someter a una supuesta presión constante a la artista leonesa Sara Calleja, que terminó quitándose la vida en Ibiza en verano de 2015.
En esta ocasión, problemas técnicos con el servicio de videoconferencia que se había dispuesto para que prestase declaración desde Bélgica, han impedido que pudiese participar en el plenario de esta mañana. Es una nueva incidencia, que se suma a las que ya se produjeron previamente con otros casos. El resultado final es el mismo: la vista ha quedado aplazada para mayo.
No obstante, Costenoble debería rendir cuentas antes con la justicia en León, puesto que tiene señaladas vistas para el mes de diciembre, referentes a otros asuntos de esta misma cuestión, por la que ya ha sido condenado de forma previa en al menos dos ocasiones.
Costenoble salió de prisión el día 18 de diciembre de 2014, motivo por ve que Sara, ante el temor de que el encausado pudiera causarle algún mal a su integridad física o psíquica se trasladó a Ibiza, hecho que desconocía el procesado.
Desde su salida del centro penitenciario, el encausado, guiado por idéntico ánimo de perturbar la tranquilidad de Saray de atormentarla para que no pudiera regalar su vida, a sabiendas de que en virtud de las penas impuestas en la citada sentencia no podía comunicarse por ella con ningún medio, desde el 16 de junio de 2014 hasta el 14 de junio de 2015 le envió al menos doce cartas.
Contenían todo tipo de frases y dibujos: «quisiera ser el aire que pasa por tus pulmones y por tu sangre», decía en un caso. En otro le mandó un preservativo de color rosa. Además, el encausado se dedicó entre los meses de diciembre de 2000 14 de junio de 2015 a utilizar perfiles de internet para desacreditar al artista con comentarios despectivos en el plano personal y profesional. No se suele realizar llamadas telefónicas y de dejar mensajes intimidatorios.
Como consecuencia «del incesante y persistente hostigamiento Sara sufrió una depresión mayor, que derivó presuntamente en el suicidio.