Diez obvia el retraso del Gobierno en la vuelta de Feve y se centra en la obra
El alcalde desvía la atención con el argumento de que el cambio importante es la urbanización
A punto de cumplirse los 11 años desde que salió el último tren de los andenes de la terminal de Padre Isla, el alcalde de León, José Antonio Diez, prefirió ayer centrarse en que en el entorno de la estación «está habiendo cambios importantes, el más importante la urbanización, que lleva muchísimo tiempo esperándose y paralizado». Con este apunte despachó el regidor socialista las preguntas sobre el retraso que acumula la tramitación administrativa del Real Decreto que posibilitaría el retorno de los convoyes, que espera desde hace más de un año el dictamen del Consejo de Estado, previo al último paso: la ratificación del Consejo de Ministros del Gobierno del PSOE.
Pero Diez, interrogado por su opinión sobre la falta de avance de la normativa para la entrada de los convoyes en modo tranviario en el recorrido urbano, optó por colocarse de perfil. Sin entrar en esta demora, que aumenta los plazos de una tramitación que se prometió en 2016, con el anterior Gobierno del PP, pero que no se inició de manera efectiva hasta 2017, el regidor optó por hacer mención en su discurso tan sólo a que las obras de urbanización del entorno de la terminal permitirán «recuperar un espacio degradado y abrir dos nuevos viales para mejorar la movilidad», uno como prolongación de la calle Bilbao hasta Padre Isla y otro en paralelo a Renueva para comunicar Ramón y Cajal con Padre Isla. «Esos son proyectos importantes en cuanto a la integración urbana», remarcó. Poco más aportó, más allá de insistir en el retraso que acumula también esta intervención: más de cinco años en los que, primero con anterior Ejecutivo central y luego con el actual, se mantuvo bloqueada en los despachos hasta el inicio de los trabajos en el pasado mes de julio.
No fue más allá de este análisis. El alcalde de León no hizo mención alguna, a pesar de que el retraso de la vuelta de los trenes ha hecho que se pierdan dos de cada tres viajeros desde la última salida de un convoy de la estación del centro, el 18 de septiembre de 2011, lo que compromete la supervivencia de la vía estrecha en la montaña y su conectividad con la capital leonesa.
El retorno queda pendiente de la ratificación del «Real Decreto sobre la circulación en tramos con características tranviarias en la Red Ferroviaria de Interés General», en la que hasta ahora no hay «ningún tramo de explotación tranviaria», como explicó el Gobierno en su última comunicación oficial, en la que subrayó que «la situación planteada en León es novedosa». «En consecuencia, el desarrollo de este nuevo marco normativo es una tarea compleja, absolutamente imprescindible para que se puedan explotar las instalaciones con las máximas garantías de seguridad y operatividad», explicaron desde el Ejecutivo central en diciembre del pasado año en respuesta a la pregunta planteada por el senador leonés Antonio Silván. Desde el PSOE se apunta que la normativa estará lista antes de final de año, aunque por ahora no hay movimiento.