El colegio San Claudio se inunda por la lluvia y los padres apuntan a Diez
La falta de mantenimiento ya denunciada llena el centro de regueros de agua y desconchones
La duda saltaba a primera hora de la mañana. «¿Será el despacho del señor alcalde?», se preguntaban con ironía los padres y madres de los alumnos del colegio San Claudio, mientras compartían las imágenes de las goteras que pueblan el centro escolar. Después de dos jornadas de intensas lluvias, la falta de conservación del edificio hizo que ayer los escolares y profesores se madrugaran con regueros escaleras abajo, techos desconchados por la humedad y pasillos sembrados de cubos para intentar achicar el agua que se amontonaba en las dependencias públicas.
Las instantáneas alcanzaron a las dos partes del centro. En el edificio principal, donde se agrupan las aulas de 4º a 6º de Primaria, más los espacios del equipo directivo y de desdoble, la lluvia llenó el comedor y la cocina de charcos. No se trata de la primera vez en las últimas semanas, sino que desde agosto se contabilizan tres, pese a que no ha habido apenas precipitaciones.
En la otra zona del centro, los daños fueron incluso mayores. El edificio en el que están los más pequeños amaneció con múltiples regueros de agua que se filtraba por las paredes y una lámina de agua que bajaba desde el tercer piso hasta la planta baja. Como consecuencia, tuvo que inutilizarse una de las dos escaleras por las que acceden a la parte superior los escolares de 2º y 3º de Primaria por el riesgo a que les cayera encima materiales como los que había en mitad del pasillo.
La situación se da después de que la comunidad educativa haya acumulado advertencias sobre la necesidad de invertir en el centro. Pese a que la propiedad corresponde al Ayuntamiento, que tienen encomendado el mantenimiento, como en todos los colegios públicos de Educación Infantil y Primaria, la disputa sobre hasta dónde alcanza esta obligación y entra la competencia de la Junta mantiene al centro en vilo. Desde el consistorio se defiende que su responsabilidad acaba en el arreglo de cosas puntuales, pintura y adecentamiento, mientras que lo que suponga una inversión tiene que ejecutarlo la administración autonómica.
Como consecuencia, los alumnos y profesores tienen que desarrollar sus actividades en unas instalaciones deterioradas. Desde la asociación de madres y padres (ampa) alertan de que «así cuidan la escuela pública». A las críticas se sumó el grupo de la UPL, que exigió al alcalde, José Antonio Diez, «una actuación urgente y una solución a largo plazo que evite que se vuelva a repetir».
Los leonesistas expusieron que «se trata de una situación que no es nueva pues ya en más ocasiones se ha dado parte al Ayuntamiento, según fuentes del propio colegio, y no se soluciona». «No podemos permitir que nuestros pequeños se eduquen en unas condiciones tan deplorables, donde corre el agua que se cuela del tejado en pasillos, aulas, comedores o cocina. Nuestros hijos tienen derecho a educarse en centros dignos», trasladó la concejala María Teresa Fernández, quien llamó «también la atención de la Junta de Castilla y León, que es la responsable de que los centros donde estudian nuestros hijos estén en las mejores condiciones». «El Ayuntamiento se hace cargo del mantenimiento de los centros pero hay que recordar que son competencias impropias», insistió.