Los drones dan más armas de control a la Policía Local
La unidad mejora la vigilancia preventiva y operatividad del cuerpo
Los tres nuevos agentes de la Policía Local patrullarán desde el aire. La unidad de drones del cuerpo municipal, compuesta por tres equipos y 15 policías, se estrenó ayer en la plaza de Regla como prólogo para su arranque de manera efectiva en un gran acto: la procesión del Encuentro Nacional de Cofradías que se celebrará este sábado. A partir de este punto de partida, no descansaran, como explicó el alcalde, José Antonio Diez, quien incidió en que habrá siempre una persona de guardia para controlar estos equipos en todos los turnos, «24 horas y 365 días al año», con el objetivo de mejorar la seguridad y ayudar en la prevención de los actos delictivos como una herramienta más de las que ya tiene el servicio público.
La actualización tecnológica entra en el operativo de la Policía Local de León después de una inversión de 24.000 euros, en la que se cuentan los tres equipos, los dispositivos complementarios y la titulación específica, certificada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), para los 15 agentes que los pilotarán. Los tres drones, como detalló el regidor, tienen una autonomía de vuelo de hora y media, gracias a sus tres baterías; alcanzan una altura de 1.600 metros, pese a que no pasarán de 120 metros como marca la normativa; y permiten una velocidad máxima de entre 68 y 72 kilómetros por hora. Con estas prestaciones, los equipos disponen además de la posibilidad de pilotarlos a distancia de 18 kilómetros desde el punto de control, como afinó el intendente jefe del cuerpo, Miguel Ángel Llorente.
La puesta a servicio de los agentes persigue «mejorar el servicio a los ciudadanos», insistió Diez, quien expuso entre sus funciones las de vigilar en grandes manifestaciones y concentraciones, supervisar zonas de difícil acceso a pie de calle, prevenir actos vandálicos, controlar el tráfico rodado y peatonal, así como de entrada a la ciudad, y tomar imágenes aéreas en accidentes de circulación para su reconstrucción. Las pruebas que recojan ayudarán en la resolución de casos, como sucede con las cámaras de videovigilancia ya instaladas, aunque no cuentan con la validación metrológica para multar por superar la velocidad o por saltarse un semáforo, como sí hacen los dispositivos específicos repartidos por la ciudad.
El concurso de la unidad de drones auxiliará además a otros servicios, como los Bomberos o Protección Civil. La utilización de estas herramientas servirá parta en la búsquedas de personas, gestión de incendios y recogida de datos para el control de inmuebles que puedan estar en riesgo de ruina, entre otras prestaciones, como apuntaron desde el consistorio, que prevé darles utilidad también para «el control de aforos en espectáculos públicos y actividades recreativas, de aglomeraciones, vertidos y escombros ilegales, procesiones, actuaciones en materia de seguridad ciudadana y valoración de daños en catástrofes».
El catálogo de usos se adaptará a las situaciones que se genere, como ya ha sucedido en otros cuerpos de seguridad, como los Mozos de Escuadra, pioneros en 2021, la Guardia Urbana de Barcelona, que los emplea para evitar la okupación de pisos, o las policías locales de Madrid y Valladolid, donde se aplicó durante los confinamientos del covid y para actos públicos.
Con un listado de posibles usos tan extenso, la operatividad de los drones, como reseñó el alcalde, no evita que los agentes formados cuenten con que tienen como restricciones la preservación de «la integridad de las personas y la protección de la intimidad». Más allá de estas limitaciones, los equipos «permiten hacer fotos y grabar tanto de día como de noche», gracias al foco blanco de alta visibilidad que incorporan, y su tecnología dispone que «en caso de pérdida de control vuelve solo hasta su base», como incidió el regidor, tras revisar el vuelo de pruebas ayer en la plaza de Regla.