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Villahierro bordea el mínimo histórico de etarras y duda que vuelva a máximos

Actualmente quedan ya solo cinco reclusos terroristas tras las políticas de acercamiento

Fernando García Jodrá, integrante del comando que acabó con Ernest Lluch, está en Villahierro. A.G.

León

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De la venintena de etarras que Villahierro llegó a albergar tras sus rejas, apenas quedan cinco hoy después de la decisión de trasladar a Nanclares de la Oca a Henry Parot, recluido ya en el Centro Penitenciario de Zaballa. En la penitenciaría afincada en Mansilla de las Mulas se mantienen Fernando Elejalde Tapia, Jesús Mari Etxeberrría, Fernando García Jodra, Iñigo Guridi Lasa e Iñaki Krutxaga Elezcano.

Etxeberría y Krutxaga estaban incluidos en la nómina de futuros trasladados desde el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro, previsiblemente con destino al País Vasco, en el marco de la política penitenciaria instaurada por el Gobierno de España en los últimos meses. Pero por algún criterio particular, se mantienen en la cárcel leonesa.

Según informa la web abertzale Etxerat, los dos presos se integran en la lista de internos de León que están a la espera de la asignación de un nuevo destino, en tanto en cuanto están a menos de un año de concluir el 75% de su condena, circunstancia que habilita una serie de beneficios penitenciarios a los que se acogerán ambos.

Jesús María Etxeberria, que ingresó en la cárcel en diciembre de 2002, cumple una condena de 30 años por los delitos de asesinatos, colaboración con banda armada, detenciones ilegales, falsificación de documento público, tenencia de explosivos, tenencia de armas prohibidas, estragos e incendios.

En 2025 tendrá la satisfecha el 75% de su condena, entre otras los 36 años que le impuso la Audiencia Nacional por el asesinato a tiros de un guardia civil en 2002 cuando se disponía a identificarle en la A-6, a la altura de Collado-Villalba (Madrid).

Krutxaga ingresó en prisión el 16 de enero de 2001 y cumple una condena acumulada de 30 años por los delitos de atentado, asesinatos, homicidio, estragos e incendios, colaboración con banda armada, robo con fuerza, falsificación, atentado a la autoridad, tenencia de armas prohibidas y lesiones. Cumplirá las tres cuartas partes de la condena en julio de 2023.

Elejalde fue condenado en 1998 por la Audiencia Nacional a un total de 37 años de cárcel por el asesinato del psicólogo de la prisión de Martutene Francisco Javier Gómez Elósegui, el 11 de marzo de 1997 en San Sebastián. Elejalde, uno de los pocos etarras capturados tras un atentado, fue detenido por dos policías que presenciaron desde un bar el tiro en la nuca contra Elósegui y salieron en persecución del presunto asesino, que en su huida se lesionó al golpearse contra un coche en marcha.

Jodra fue uno de los asesinos del exministro Ernest Lluch. El 11 de enero de 2001, la Guardia Urbana detiene en la Ciudad Condal lo detuvo junto a Liarni Armendaritz. En julio de 2002, la Audiencia Nacional condena a cada uno de ellos y también a Fernando García Jodrá, a 33 años de prisión como responsables del atentado. Durante el juicio, García Jodrá protagonizó uno de los momentos más tensos ya que llegó a justificar el asesinato al señalar que Lluch era «un ministro de los GAL», algo que provocó que fuera expulsado por el presidente de la sala mientras alzaba el puño y gritaba «Gora ETA y visca la terra».

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