«Si un proyecto cambia, cambia la evaluación de su impacto ambiental y en el entorno»
Una de las piezas más cotizadas a la puerta del Ayuntamiento de San Andrés es el proyecto de Adif para echar abajo el puente de Trobajo; y, en su caso, abrir una zanja bajo la superficie y la cota de la vía, con el fin de horadar un pasaje subterráneo, que deje los raíles en la posición actual. Así se contó la solución en la reunión del 7 de septiembre entre la alcaldesa y otros políticos de San Andrés, cargos orgánicos y electos del PSOE leonés y los responsables de Adif. Fuera pasarela; fuera paso elevado; fuera, el ascensor de Limonar de Cuba. Pero escasean testigos que den prueba de la existencia de un proyecto para acometer este asunto. Se cuenta, en forma de rumor, que un grupo político del Ayuntamiento vio una litografía referente a la intervención. Pero la certeza no pasa de un «se cuenta». El recurso de la plataforma a Europa, primer acto de respuesta fuerte al revés del Gobierno socialista a Trobajo del 7 de septiembre, recuerda y compara las reacciones administrativas contra las planificaciones anteriores, las referencias a los impactos ambientales del proyecto original, los que fueron previstos en aquellos actos (en julio de 2004, o en febrero de 2008), y la posición de perfil que se adopta ahora ante la determinación de los pasos inferiores. «El convenio Aarhus se refiere al derecho a la información de los ciudadanos; si un proyecto cambia, la evaluación del efecto ambiental, cambia».