Fallece el exorcista leonés Juan José Gallego Salvadores
Natural de Castrillo de los Polvazares, ejercía como exorcista de la Diócesis de Barcelona desde 2007 "Tuve un caso de un poseído que de pronto me gritaba en un latín perfecto que dejara de rezar el Padre Nuestro y su madre asegura que el chico jamás había estudiado tal lengua", señaló a este periódico en una entrevista
El exorcista leonés Juan José Gallego Salvadores ha fallecido a los 82 años en Valencia, localidad en la que residía en los últimos años. El sacerdote, natural de Castrillo de los Polvazares ejerció durante años como exorcista oficial de la diócesis de Barcelona, donde el cardenal Sistach le nombró en el año 2007. Desde entonces este dominico se dedicó en cuerpo y alma a combatir al demonio cara a cara. "He realizado más de 300 exorcismos", dijo a este periódico en una entrevista.
Gallego se ordenó sacerdote en Valencia en el año 65 y se licenció en Teología en Roma. Nunca pensó en convertirse en exorcista, pero el traslado de un compañero a Valencia le dejó la puerta abierta a una labor que ha desempeñado "como un servidor de Dios".
El leonés creía firmemente en la existencia del demonio y se enfrentó incluso a otros sacerdotes que insistían en que no existe.
"La gran victoria del demonio en este siglo ha sido convencer a la gente de que no existe. El padre Amorth cuenta que fue a ver a un cardenal para informarle de que iban a realizar una reunión de exorcistas en Roma y que éste le cogió por el hombro y le dijo: ‘Eso está muy bien, pero tanto usted como yo sabemos que el demonio no existe’. Amorth, furioso, le contestó que le iba a regalar un libro muy bueno donde se daría cuenta de su existencia real. ‘¿Qué libro es ese?’ —preguntó el cardenal— y responde Gabrielle Amorth; ‘el Evangelio’. Los curas que niegan su existencia están cometiendo una falta gravísima", comentó a Diario de León en una entrevista realizada en su localidad natal hace ahora diez años.
El exorcista explicaba siempre que hay muchas puertas por las que el demonio puede entrar en el cuerpo de una persona. "La ouija, el espiritismo, las sectas satánicas, el tarot, la brujería, santería, algunas fases del Yoga y sobre todo el Reiki —un tipo de meditación muy extendido— son la puerta de entrada a Satanás. Esto es serio, no es una broma, tengo muchos casos de adolescentes que han hecho la ouija por diversión o incredulidad y ahora oyen ruidos, ven cosas raras... no se trata de tenerle miedo al demonio, pero sí respeto. Quien lleva una vida ordenada, reza, cree e Dios y no se mete en este tipo de cosas no tiene porqué temer. Por encima de todo, incluso de Satán, está Dios".
Precisamente, el sacerdote leonés confesó a DIARIO DE LEÓN que películas como 'El Exorcista' o 'El Rito' hicieron mucho bien para que el tema de los exorcismos volviese a estar de actualidad. "Cada caso es diferente, pero sí es cierto que de repente se ponen a hablar en latín, hebreo o lenguas que es difícil que conozcan, adivinan cosas de tu vida o te dicen detalles de tu pasado, blasfeman como nadie podría imaginar, los ojos se les ponen en blanco, presentan una fuerza descomunal y lo que más me impresiona; su voz no es humana, no sería capaz de describirla, pero es algo realmente aterrador. Tuve un caso de un poseído que de pronto me gritaba en un latín perfecto que dejara de rezar el Padre Nuestro y su madre asegura que el chico jamás había estudiado tal lengua".