De la preocupación al alivio en el alfoz por las 50 toneladas que generan al día
La preocupación manifestada por los alcaldes ante una huelga que llenara las calles de basuras en plenas Navidades influyó en la decisión de intentar acercar posturas para zanjar la convocatoria de paros. Los dos grandes ayuntamientos del área metropolitana leonesa, San Andrés del Rabanedo y Villaquilambre, iniciaron la jornada de ayer con esa preocupación por las 50 toneladas de basuras orgánicas que generan y que no se recogerían cada día y respiraron aliviados al final de la tarde al conocerse el acuerdo para suspender la huelga.
De hecho habían alertado a sus poblaciones de que trataran de generar los menores residuos posibles por la montaña de bolsas que podrían acumularse con la interrupción del servicio de transporte al CTR.
Incluso el Ayuntamiento de San Andrés decidió hacerse cargo de la recogida de papel, cartón, plásticos y envases en «una ubicación especial para su almacenamiento», si fuera necesario, porque la recogida de los residuos orgánicos, unas treinta toneladas, la veía «inviable ya que requieren de un tratamiento especial».
En el caso de Villaquilambre, sus vecinos generan 20 toneladas de residuos orgánicos cada jornada que introducen en 560 contenedores distribuidos en sus diez localidades. La suspensión de la huelga era algo que deseaban.