El fin de la rebaja provoca una fiebre del gasóleo con listas de espera para surtir calefacciones

El fin de ciclo de la bonificación de 20 céntimos litros en el consumo de carburante desata todos los temores por el desabastecimiento en el servicio hasta final de año.

Hay un efecto llamada para los usuarios de automóviles, que se nota de forma creciente en los surtidores de las gasolineras; la presión de la demanda en los combustibles para automoción es aún testimonial frente a la zozobra por la imposibilidad de abastecerse de gasóleo de calefacción. Según pudo comprobar ayer este periódico entre empresas distribuidoras, este combustible no llega al consumidor final porque la red mayorista de distribución, los tanques nodriza del negocio de la antigua Central Logística de Hidrocarburos, no sirven el producto ya desde hace algunos días; desde finales de la semana pasada, en los días previos a la Nochebuena, concretaron algunas empresas del sector.

No fue posible contactar con la matriz de la marca CLH, Exolum, para que concretara la causa de ese carencia de suministro a los mayoristas. El gasóleo C es un producto que resulta vital en estas alturas de año para viviendas particulares, comunidades de vecinos y edificios públicos dedicados a la atención sanitaria o a la educación.

El abastecimiento del combustible de calefacción toma la delantera a la cadena de inconvenientes que se prevén en los próximos días bajo los arcos de las gasolineras a cuenta del cambio de estatus en el comercio y precio de los carburantes, que perderán la bonificación de 20 céntimos por litro para la generalidad de los usuarios. El Gobierno anunció ayer que mantendrá este descuento para tejidos económicos vinculados al transporte y al sector primario, siempre gestionado a través de tarjetas profesionales; se establece un sistema de ayudas directas para las empresas y trabajadores autónomos que no se benefician de la devolución del gasóleo profesional. La bonificación se calcula estimando el consumo, por tipo de vehículo, en un periodo de seis meses. Por ejemplo, para los camiones de más de 7,5 toneladas de gasóleo la ayuda máxima será de 2.700 euros y para los taxis de 300 euros. El resto, se asomarán en avalancha a los surtidores en los cuatro días que hay por delante hasta que expire esa gracia de 20 céntimos por litro. Las gasolineras no dejan de advertir del caso que se viene encima.

Por su parte, Exolum, transportista y almacenista, asegura que tiene existencias físicas "para los clientes que nos han entregado productos y no lo han consumido. Hay producto en la instalación, y los clientes de los operadores con saldo de producto están siendo servidos".

Es importante recalcar que además hay instalaciones cercanas como Valladolid, Salamanca, Burgos... desde las que es posible que incluso los clientes que puedan no tener saldo en León, sí puedan cargar y estén sirviendo a clientes de la zona, aseguran en un comunicado.

En cualquier caso, recalcan que no se trata de una situación de desabastecimiento generalizado, sino de incidencias puntuales de algún cliente concreto. Hoy [por ayer] todos los operadores están suministrando a sus clientes con normalidad.