La dueña de una tienda leonesa ahuyenta con un cuchillo a un atracador

«Más gordo que el tuyo lo tengo yo». Fue la reacción de la dependienta de un kiosco ante un intento de atraco por parte de un delincuente, que entró en el establecimiento, portando un arma blanca de grandes dimensiones y se encontró con la sorprendente y decidida reacción de valentía de la propietaria del negocio, que obligó a salir huyendo al malhechor.

Los hechos se produjeron el pasado miércoles, en torno a las 14.00 horas. El establecimiento es un kiosco que hace también las veces de panadería y está ubicado en la calle Obispo Manrique, a la altura del número 2, cercano al parque de San Francisco.

Lidia es la propietaria: «Vi que entró y en un principio no me inspira mucha confianza. Inmediatamente saco un cuchillo bastante grande y me dijo: 'dame inmediatamente todo el dinero que tengas'. Me quedé mirándole y la respuesta me salió instintiva: 'más gordo que tú lo tengo yo'. Del cajón, saqué un cuchillo y le apunté directamente con él. Echó a correr y no volvió la vista atrás».

Valentía

Lidia reconoce ahora entre risas, que su gesto de valentía no es muy habitual: «Ya, pero eso te lo cuento a ti ahora. A los cinco minutos me temblaban las piernas que no podía mantenerme ni de pie. Pero no sé de dónde saqué las fuerzas para reaccionar de esa manera y me salió así».

Los manuales de seguridad de los establecimientos de comercio recomiendan no resistirse ante ataques de estas características, por las imprevisibles reacciones que pueden tener este tipo de delincuentes, normalmente con problemas asociados: « eso lo sé, pero me daba mucha rabia que me intentara llevar el dinero de esa manera y no estaba dispuesta. Ahora lo pienso y sé que fui un poco temeraria, eso es verdad, pero ya está hecho».

El delincuente tendría en torno a los 45 años de edad « y yo nunca lo había visto por aquí. De todas formas, me da igual. Lo que quiero es que no vuelva nunca más y que no le ocurra a más gente «. La protagonista del suceso quiere « simplemente vivir de mi trabajo y hacer las cosas honradamente, pero que nadie se aproveche de lo que hacemos los demás, porque creo que no es justo, aunque reconozco que he corrido un riesgo importante».