Del fallido refugio del comercio al declive hostelero, agrícola, de construcción,..
Sin duda es el sector del comercio el que se lleva la peor parte en el descalabro del empleo autónomo provincial. A pesar de que es también el que registra fluctuaciones, frente a la tendencia de declive continuo del resto de las ocupaciones a la baja. El comercio es el refugio de quienes prueban con el emprendimiento o el autoempleo, como lo ha sido durante mucho tiempo la hostelería, especialmente castigada durante la pandemia.
Entre 2019 y 2022 la afiliación de autónomos en el comercio en la provincia bajó en 2020 con los cierres y se recuperó en 2021, pero en el año recién terminado cedió terreno de forma alarmante. 2022 cerró con 7.581 afiliados en el sector comercial, en el que está dado de alta un 21,4% del total, una cuarta parte de los autónomos leoneses.
En hostelería, el siguiente sector que más efectivos perdió en estos cuatro años (354, hasta quedar en 4.100) el descenso de actividad ha sido constante. Especialmente acusado en el año del covid, con medidas restrictivas más duras; pero también el año pasado, cuando se anunció un despegue del sector turístico que en León ha costado materializar y no ha dado los resultados esperados.
Pierde efectivos también de manera constante la construcción, que finalizó 2019 con 4.749 afiliados y tiene hoy 151 emprendedores menos. También la industria, que pasó de 2.217 autónomos a 2.082, es decir, 135 menos en tres años.
El declive agrícola
Llama la atención también la caída sin pausa de los trabajadores por cuenta propia en el sector agrícola, a pesar del supuesto impulso recibido durante la pandemia. Son hoy 6.418, es decir, 310 menos que hace tres años.
El empleo autónomo crece en cambio en actividades artísticas y científicas (73 más en cada caso, hasta 2.318 profesionales en este último campo); además de en comunicación y actividades sanitarias.+