La defensa del universitario que mató a otro en un botellón pide su absolución: "Tiró puñaladas sin saber"

El acusado por el crimen de La Torre sostiene que no tenía intención de matar la noche en la  que ocurrieron los hechos pero asegura que el fallecido le había roto la nariz de un puñetazo y que se volvió loco, comenzó a lanzar puñaladas al aire y desconocía la trascendencia de sus actos , que según su letrado, el leonés Enrique Arce Mainzhausen, confesó posteriormente. "Tiró puñaladas sin saber", justifica

Por eso solicita la libre absolución del joven leonés estudiante de Derecho, que la noche del  16 de mayo de 2021, acabó con la vida de otro muchacho cántabro estudiante de Inef, al que mató después de una doble pelea que el letrado lamenta que se juzgue en dos causas separadas. En su defecto, para el caso de que el incriminado sea declarado culpable por el Tribunal del Jurado que lo va a juzgar , se le reduzca la pena por la atenuante de confesión.

Todos estos detalles trascendieron este viernes en la vista previa del artículo 30 que se celebró en Instrucción 5 para comunicar al investigado (compareció por videoconferencia) los cargos que se le atribuyen, que según el Ministerio Fiscal merecen 22 años de prisión.

Dice el letrado defensor que el planteamiento que se ha realizado «acarrea una ruptura artificiosa de la unidad de los hechos» que infringe la Audiencia Provincial desde su punto de vista porque en esas circunstancias, habrá testigos básicos que comparecerán en situación de acusados por otra causa, circunstancia que condiciona la vista.

Se fue sin saberlo

El acusado abandonó la zona de la riña «sin conocer el alcance y la situación generada por sus hechos» y tras haber consumido alcohol, marihuana y cannabis. «Son sustancias que también había consumido la víctima», dice el escrito de defensa. Sólo así se entiende «que acometiera dos veces» al procesado «aún sabiendo que llevaba una navaja» que había «exhibido públicamente con anterioridad», insiste el letrado.

Incorpora su defensa a las actuaciones informes sobre la adscripción del imputado a diferentes programas de deshabituación de las drogas y se sometió a los consejos de un centro de psicología. Por todo ello, se solicita desde su representación procesal su libre absolución o en caso de condena, que se apliquen las eximentes de alteración psíquica y de intoxicación por drogas, además de las atenuantes de confesión y de reparación del daño.

Actuación sanitaria

«Ante la presencia de una herida penetrante en el tórax, pudo y debió llevarse a cabo en la propia ambulancia esta Toracotomía de Urgencia, pero en, todo caso, sin perder un instante trasladar al paciente al hospital, y una vez en este, precisamente por las característica que presentaba el herido", explica el escrito.

El fallecido se encontraba con «un bajo nivel de conciencia, con palidez cutánea, así como señalando sus constantes vitales, indicándose parada cardio respiratoria a las 04.35, recuperando pulso carotideo a los 10 minutos, y cayendo de nuevo en PCR, intentando reanimación durante 30 minutos».

«Sin duda son indicativas de una parada cardio respiratoria, llevar a cabo como protocolo a seguir la tan Toracotomía de Urgencia. Nada de esto se llevó a cabo, y ante la ausencia de realización en la ambulancia, y la ausencia de protocolo en servicio de urgencia y personal a llevar a cabo la misma, que, de haberse llevado a cabo, sin duda no se hubiera producido el fallecimiento del herido, debiendo señalarse como una falta de prestación de adecuada asistencia médica por no previsión, ni aplicación de técnica conocida», dice el letrado.