EL PASO DEL TREN
San Andrés agita la guerra del soterramiento y ordena que se desmantele Trobajo de carteles
El desencuentro entre la plataforma y el Ayuntamiento se agudiza tras una polémica de seguridad
Pancartas en el paso de Párroco Pablo Díez. JONATHAN
El conflicto entre los vecinos de Trobajo del Camino y Adif a cuenta de la negativa a soterramiento del tren está a punto de ganar intensidad en esa escalada política que define las disensiones en torno a la vía, los puentes, las pasarelas y los pasos inferiores.
El Ayuntamiento de San Andrés ya ha comunicado a la plataforma por el soterramiento su intención de retirar todas las pancartas colocadas en la brecha . Las sábanas en las que se visibiliza la reclamación de meter la vía por debajo de la ciudad, en analogía a esa gesta que logró Murcia, y que el Gobierno, el Ministerio de Transportes y el Adif, no está por la labor de aplicar en la salida norte de la capital leonesa, con motivo del nuevo despliegue de la línea de alta velocidad entre León y Asturias.
De esta determinación del Ayuntamiento de San Andrés de borrar cualquier resto de reivindicación de esta zona se dio traslado por parte de un miembro del equipo de gobierno de Camino Cabañas a representantes de la asociación vecinal; y se justifica con la letra de ordenanzas municipales del área de inspección y servicios, referidas a enunciados dedicados a carteles, folletos y octavillas.
Fricción y roce
La cruzada del Ayuntamiento de San Andrés contra las proclamas por el soterramiento del tren toman una nueva naturaleza a cuatro meses vista de la convocatoria electoral de la próxima primavera, en la que la intervención pendiente con la integración ferroviaria en el área metropolitana de León es un agente relevante. La planificación de la retirada de las pancartas que desde hace más de un año jalonan los pasos elevados en Párroco Pablo Díez viene a echar sal a la herida de una polémica de la pasada semana, relativa al despliegue policial para asegurar la manifestación de los viernes contra Adif.
La cita semanal de estas tarde estará marcada por este desencuentro, otro capítulo en la fricción en las relaciones y vínculos de instituciones locales con el colectivo social que defiende el tren abajo y la ciudad arriba, donde ahora están las pancartas.