Adif fía para dentro de 5 años una integración del tren en San Andrés similar a Sants

Tras el retraso que acumulan las obras de 4,7 millones iniciadas en 2019 para coser la fractura del tren en San Andrés del Rabanedo, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se desplazó ayer al municipio para hablar de un nuevo planteamiento que obvia varias de esas actuaciones y que persigue ser más «ambicioso, realista y transformador» a imitación del modelo usado en Sants (Barcelona), en palabras del secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Xavier Flórez.

En la puesta de largo de esa idea en la que Adif y el Ayuntamiento de San Andrés «llevan tiempo trabajando», quedó claro que las posibles mejoras no verán la luz al menos hasta dentro de un lustro y con un gasto de cincuenta millones de euros, el doble de lo que ha costado soterrar las vías en León ciudad. «Se comenzarían este año los proyectos constructivos con la licitación, el siguiente y el siguiente redactándolos porque un par de años no nos lo quita nadie, y luego ejecutarlos. Así que estarían en cuatro, cinco años», aclaró.

Un plazo muy amplio pero que busca hacer más amable el trazado urbano con un paso subterráneo para vehículos, peatones y bicicletas en Párroco Pablo Díez, desde el entorno de Miguélez hasta la glorieta de Doña Sancha justo donde se levantó la denostada pasarela azul, que se suprimirá. Desde ese entorno, donde destaca el Crucero del Camino de Santiago, se comenzará a atrincherar el cajón del tren 400 metros siguiendo la línea de Limonar de Cuba hasta Voluntario Ángel Soto para incluir una sucesión de zonas verdes.

La exposición realizada en el salón de plenos de San Andrés también confirmó la supresión del puente carretero de Trobajo, donde encalla la velocidad del AVE, y el desmantelamiento de los talleres de La Sal para «trasladarlos» seguramente a Torneros.

«Esperamos poder dar una buena noticia en ese tema en unas semanas», señaló Flórez. Donde ahora existe una playa de vías se atrincherará 60 metros para acometer un parque vertical y un paso inferior que cumpla los requisitos de género «donde se pueda ver y ser visto en todo el trayecto». Reconoció que la solución al puente irá antes y se derribará «pronto, en unos meses», liberando al AVE de su freno actual para llegar a Asturias a través del municipio. «Cuando los proyectos se hagan realidad, donde ahora los vecinos ven solo coches, verán zonas verdes, espacios libres y un carril-bici», dijo orgulloso.

En conjunto, convertir esas nuevas ideas de integración en proyectos constructivos y ejecutar las obras supone un desembolso de cincuenta millones y que los ciudadanos las puedan llegar a utilizar en 2028 si no se producen nuevos cambios, crisis o retrasos.

La presentación se interrumpió a mediodía para guardar un minuto de silencio por las víctimas de violencia de género de Valladolid, lo que permitió que se colará desde la calle la pregunta de porqué se gasta ese dinero y ese tiempo para «parches y no se soterran las vías» coreó la Plataforma en el exterior del Ayuntamiento.

La explicación es que «los plazos de regresar al punto cero de nuevo serían muy potentes, y hay razones hidrogeológicas que cuestionan la seguridad y complican las obras», según la directora general de Planificación, Estrategia y Proyectos de Adif, Montserrat Rallo. «La cosa no es soterramiento sí o la nada, hay matices, y lo que proponemos es ambicioso, realista y transformador», repitió Flórez, quien indicó que «estamos deseando aterrizar estas ideas y empezar a trabajar en los proyectos constructivos». Rallo señaló que los criterios de «reflexión» para apostar por estas soluciones de integración han sido «técnicos, de explotación y seguridad». También especificó que la nueva apuesta de la integración del tren en San Andrés de Rabanedo en superficie responde a tres principios fundamentales que son «que el ferrocarril siga formando parte de la ciudad; que permanezca en el centro de San Andrés, integrándolo en el entorno, y que cubra las necesidades de ciudadanos y del sistema ferroviario».

Por su parte, Flórez se mostró convencido de que como pasó en Barcelona Sants, «donde hubo carteles en contra, al final se verá el éxito que supone en la transformación de la ciudad con espacios verdes». Precisó además que estás obras «no hipotecan un soterramiento» futuro para el que ahora no encuentran cabida, ya que no suponen «un obstáculo que lo impidan pero requerirían de una tramitación administrativa que prolongaría el proyecto y la obra una década», mientras las medidas de integración que proponen «son más rápidas y eficaces para los ciudadanos».

Otro hándicap para el Ministerio y Adif de abordar el soterramiento es que «representa ajustes del planeamiento urbanístico del municipio, así como una gran afectación en el entorno en la fase de ejecución de las obras, con cortes o desvíos de tráfico ferroviario y viario (peatones y vehículos)».

Flórez no aclaró cuándo se abrirá el puente de San Juan de Dios al tráfico, construido desde hace dos años con 2,7 millones, pero sí admitió «que han salido ahora unos flecos que hay que corregir y que estamos hablando con la alcaldesa». Esos «flecos» son la falta de un paso de peatones en la presa del Bernesga, donde se estrecha la carretera, la deficiente señalización y el abrupto final del carril bici.