«Tiene que pasar algo muy gordo para que la Variante no abra en este año»
Pardo de Vera trata de calmar los ánimos por el retraso en el túnel entre León y Asturias
La secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, considera que «tiene que pasar algo muy gordo» para que no se pueda poner en servicio este mismo año la variante ferroviaria de Pajares y, por lo tanto, la llegada del AVE a Asturias, «porque todo va bien».
La número 2 del Ministerio de Transportes se se reunió ayer en Oviedo con el presidente del Principado, Adrián Barbón, y los agentes sociales de la comunidad para abordar el retraso en la puesta en marcha de la variante ferroviaria de Pajares, anunciada inicialmente para el próximo mayo.
Representantes de la patronal asturiana , Hostelería y Turismo de Asturias Otea, CCOO y UGT, la Federación Asturiana de Concejos y de las tres cámaras de comercio han seguido las explicaciones de la secretaria de Estado, que posteriormente ha comparecido ante los medios.
En un principio estaba previsto que en la segunda quincena de diciembre se entregara la vía de la que se ha convertido en la mayor obra civil del país, que incluye un túnel de 25 kilómetros bajo la cordillera Cantábrica en la que se han invertido casi 4.000 millones de euros y que permitirán que el AVE una Oviedo y Madrid en algo más de tres horas.
No obstante, problemas con los suministros de materiales, sobre todo de carácter eléctrico, y el incremento de los precios de las materias primas retrasaron los objetivos que se había marcado el ministerio en junio del pasado año.
Según Pardo de la Vera, se trata de un retraso de ocho semanas «sobre la programación optimista que habían hecho» ya que ahora esperan poder entregar la obra en la segunda quincena del próximo mes, lo que permitirá que entre marzo y abril se hagan las pruebas de seguridad para proceder a continuación con la formación de los maquinistas.
No obstante, ha pedido disculpas por las vicisitudes que ha sufrido un «proyecto estratégico» para Asturias que ha sufrido «incidencias más que lamentables y ha sido objeto de mucha manipulación y maniqueísmo político» desde que empezó a construirse en 2004 con un proyecto «cogido con imperdibles técnicamente» y que se vio afectado durante años por la crisis.