La vuelta de los colegios de León al kilómetro 0 del comedor
Un experto en el sector energético precisa que el alto precio de la gasolina hará que se apueste de nuevo por los productos de proximidad y por las empresas de la provincia, que además de reducir costes aumentarían la seguridad
Un alumno leonés con la bandeja de su menú en un colegio de León. ARCHIVO
El experto en comedores escolares y profesor asociado de la Universidad de León, Jesús Castro, defiende el uso de la línea fría pero advierte que el recorrido de estos menús que se sirven en los comedores escolares no deben hacer trayectos demasiado largos, entre 30 y 40 kilómetros.
Un planteamiento que además de asociar a la sostenibilidad y a los productos de proximidad liga también a la crisis energética. «Que la comida recorra cientos de kilómetros es absurdo», precisa Castro, en relación al alto precio que tiene ahora el combustible, si hace referencia a cuestiones económicas, y sobre todo, «porque cuantos más kilómetros hagan los menús, más posibilidades de que haya problemas. Cuanto más cerca, más seguro».
Castro concreta que los gorgojos que aparecieron en la comida de los cinco colegios leoneses en 2014 y en el Hospital de León en octubre del año pasado pueden tener su origen en problemas de almacenamiento y apuesta porque los trabajadores de estas grandes empresas reciban más formación sobre higiene.
Ante la polémica de que Serunion haya conseguido hacerse con el servicio de todos los comedores escolares de León, las familias quieren volver a las cocinas ‘in situ’ que muchos centros educativos aún conservan. Jesús Castro aboga por centros centralizados, sobre todo en los grandes núcleos de población, que puedan distribuir a otros colegios, pero incide en que lo más importante es que los menús sean saludables.
«Deben ser variados, pero cada vez se apuesta más por proteínas vegetales y menos grasas», señala en relación a que «con poco dinero», se pueden conseguir recurriendo a legumbres o patatas, «que las empresas como mayoristas compran a un precio más reducido».
Jesús Castro también precisa que es necesario hacer «pedagogía» entre las familias, incidiendo en que no es necesario comer tanta carne, como recomiendan los ministerios de Consumo y Sanidad. Eso sí, añade: «Entiendo que es un tema muy sensible para los padres. Son niños y la alimentación es muy importante, pero que vayan al comedor escolar es muy bueno, no sólo por conciliar o para las familias que tienen pocos recursos, todos los niños deberían ir porque aprenden a comer, pero es indispensable que los menús estén bien diseñados».