Sariegos apuesta por abrir su propia Milla de Oro

Sariegos, un pequeño ayuntamiento del alfoz leonés de 5.500 habitantes, sigue pensando a lo grande sin arriesgar dinero de las arcas municipales. Tras demostrar que en zonas semi-rurales se puede poner en marcha un auditorio y una escuela de música, además de una residencia para mayores que prime a los residentes locales atrayendo más de 1,7 millones de otras administraciones y de la iniciativa privada, ahora aspira a seguir dando forma a su propia Milla de Oro.

Y la diseña en las inmediaciones del supermercado Lupa, al que se cedió una parcela por 45 años a cambio de un pago inicial de 500.000 euros (200.000 se destinaron a la urbanización y los 300.000 restantes a diferentes servicios del municipio) y un canon de 20.000 euros anuales. La idea ya a licitación por 2,4 de euros es recurrir a la misma fórmula, la concesión de una parcela de 3.000 metros cuadrados con entrada por la glorieta de Azadinos desde la carretera de Caboalles y por el puente sobre el Bernesga desde Carbajal y León, a quien la explote para montar un boulevard de tiendas y un restaurante de «primer nivel». El plazo para presentar ofertas a la «contratación mixta de obras, suministro de equipamiento y concesión de centro hostelero, multicomercial y de servicios» se cierra el día 14.

Porque Sariegos si algo posee es terreno calificado urbanísticamente para construir y acometer obras dotacionales. Una ventaja que está explotando y que podría convertir esa salida hacia la montaña leonesa, que sirve de atajo a la conexión con Asturias, en un foco comercial, de servicios y restauración.

En esa Milla de Oro el Ayuntamiento quiere, además, que funcionen tiendas de reparación de calzado, de cerrajería, telefonía, venta y reparación y seguros para completar la oferta de servicios. «Pretendemos acercar los servicios a los ciudadanos para que se tengan que mover lo menos posible del municipio para resolver sus gestiones y compras», señala el alcalde, Roberto Aller.

Sariegos ya intentó hace años construir un centro comercial en la localidad de Carbajal de la Legua, en la antigua parcela de equipamientos públicos de 6.500 metros. La primera idea de centro comercial se había ensayado sin éxito en 2008, cuando el Ayuntamiento cedió una parcela a la empresa Pecafer para que construyera un mercado municipal, con varias tiendas de comestibles, una gasolinera y un tren de lavado.

La compañía tenía que desarrollar las ambiciosas instalaciones en el plazo de dos años, invertir cinco millones de euros y crear una treintena de puestos de trabajo. La firma había logrado que el Ayuntamiento le cediera de forma provisional los terrenos, ligados a la ejecución del proyecto, pero el retraso en comenzar las obras en tiempos de crisis y la posibilidad de que, finalmente, sólo se acometiera la gasolinera, llevó a toda la Corporación a acordar por unanimidad en un pleno revocar esa cesión y recuperar el suelo para otros posibles demandantes a comienzos de 2010.

Siete meses después, se le dio otra oportunidad a la compañía, pero no fraguó. Por eso el boulevard de tiendas que se propone ahora será el tercer intento de dotar al municipio de mayor capacidad comercial y de servicios, con el aliciente de que un establecimiento hostelero pueda arraigarse también en la zona y dar vida y empleos a un entorno junto al río Bernesga y aún con amplias zonas verdes.