Diario de León

Inbiotec consolida hoy su cambio de rumbo dedicado a la investigación forestal

La plantilla leonesa ya integra el Área de Biotecnología de Cesefor, que busca un jefe para esta unidad que seguirá operando desde León Un cambio de rumbo para las líneas de trabajo que ahora se centrarán en el sector forestal

Trabajadora de Inbiotec

Trabajadora de Inbiotec

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León

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Fueron meses agónicos para la plantilla de Inbiotec que ahora ya Cesefor presenta en su página web como integrantes de una de sus diferentes áreas, la de Biotecnología, donde se especifica también que su localización es León y que está pendientes, además, de la «próxima contratación» de un responsable de este equipo para coordinar las funciones que se lleven a cabo desde el edificio situado en la avenida Real de la capital leonesa. Además, hoy se hará oficial y pública la incorporación del instituto de investigación a Cesefor con la visita del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para dar a conocer detalles más concretos sobre las nuevas líneas de trabajo de este equipo que aportará a su matriz soriana la biotecnología para innovar e investigar sobre los recursos naturales y forestales.

Fue en abril de 2021 cuando Inbiotec, en una situación límite, solicitó entrar en concurso de acreedores. Tras un verano en vilo, en septiembre , con la liquidación ya sobrevolando sobre el centro y sus trabajadores, se anunció que la fundación soriana Cesefor lo absorbería —fue de hecho la única opción que se presentó— y se abrió un nuevo periodo de negociaciones. No fue hasta el verano de 2022 cuando el juez dictaminó que la oferta presentada por Cesefor era válida y el centro de investigación leonés comenzó a respirar porque entre el acuerdo inicial siempre estuvo que la fundación soriana absorbería también a los trabajadores leoneses.

La pandemia sacó a la luz los problemas estructurales que complicaban la viabilidad de Inbiotec que en agosto de 2021 inició el proceso de liquidación. Durante varios meses, las instituciones echaron balones fuera hasta que prácticamente en el último momento apareció Cesefor para poner a flote a una plantilla integrada por ocho trabajadores con casi tres décadas de experiencia a sus espaldas. En octubre de 2021 se firmó el contrato de arrendamiento, pero el último escollo para resolver la firma de subrogación fueron problemas con el inventario, el edificio o los equipos, que no estaban actualizados, lo que retrasó ese paso que debía realizarse ante notario y puso fin a más de un año en el que, finalmente, siete trabajadores estuvieron en vilo por su futuro y por uno de los centros de investigación con más arraigo en la provincia leonesa.

Superado todo el proceso , e incluso antes de que se procediera a la firma final por la que Inbiotec pasaba a integrarse en Cesefor —que asumió los gastos desde octubre de 2021 salvo las cuatro nóminas pendientes de los trabajadores—, el responsable de la fundación soriana ya apuntaba a qué tipo de trabajos podrían llevar a cabo los investigadores leoneses que, además, «aumentarían las capacidades» de Cesefor, una fundación integrada por la Diputación de Soria, la Universidad de Valladolid y la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León, que también cuenta con el apoyo de Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, y el Instituto de Competitividad Empresarial de la Junta de Castilla y León.

Estabilidad

Una vez firmado el contrato de arrendamiento, la plantilla de Inbiotec empezó a desarrollar en nuevas líneas de trabajo vinculadas a la castaña, la micología o la jara y mantenía abiertos sus servicio habituales si sus clientes los demandaban: aislamiento de microorganismos para aplicaciones médicas y farmacéuticas; mejora genética y alteración de microorganismos de interés industrial; mejora genética de inoculantes y fermentos para su utilización en la industria alimentaria; procesos de mejora del medio ambiente por sistemas biotecnológicos o procesos de biominería, entre su amplio abanico de que también incluía estudios externos para empresas sobre factibilidad técnica y viabilidad económica e informes técnicos y asesorías.

El máximo responsable de Cesefor, Pablo Sabín, ya avanzó el pasado mes de julio que entre las nuevas líneas de investigación en las que trabajaría Inbiotec estarían alternativas como los análisis sobre la actividad antibacteriana de los aceites esenciales , la producción de los aceites esenciales y otros compuestos de las jaras o los principios activos de las diferentes especies de setas, aunque bajo el epígrafe general de ligar los recursos naturales y la biotecnología.

Tras un duro año y medio, ahora Inbiotec encara un nuevo rumbo con la estabilidad de su plantilla y nuevos frentes de investigación , que aunque separados de su planteamiento inicial, buscan aprovechar los recursos con los que cuenta el centro de investigación leonés hacia un nuevo sector que apuesta por la innovación forestal.

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