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Interceptado un vehículo con un sistema para eludir el radar de velocidad circulando por la A-231

Se procedió al desmontaje de todo el sistema en un taller especializado para que continuara viaje, haciéndose cargo de los gastos del taller el propio usuario, así como la correspondiente sanción económica y la pérdida de puntos de su permiso de conducción  

Dispositivo detector-inhibidor de radar. SUBDELEGACIÓN DEL GOBIERNO

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León

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Una patrulla de la Guardia Civil perteneciente al Grupo Operativo del Subsector de Tráfico de León detectó un vehículo sospechoso de llevar un aparato detector o inhibidor de radares o cinemómetros.

Los agentes circulaban por la autovía A-231 (León-Burgos) sentido decreciente realizando vigilancia de la velocidad en modo dinámico cuando a la altura del Km 47 observaron un vehículo que se les aproximaba a gran velocidad, reduciendo la misma de manera brusca al acercarse al propio vehículo radar y adelantando al mismo de una manera poco habitual. Al parar el vehículo e identificar al conductor y realizarle una primera inspección al vehículo, se observó un testigo LED de color rojo situado a la altura de la vista del conductor que parpadeaba al detectar la presencia del radar. Se le informó al conductor de que para proseguir su viaje se debía desmontar dicho aparato por un taller autorizado, verificando si se trataba de un detector o de un inhibidor.

Acompañado a un taller especializado para el desmontaje del aparato e informado de que según la legislación vigente debía hacerse responsable de los gastos del taller, se desmontó todo el sistema, que se hallaba oculto tras el parachoques delantero y bajo el salpicadero, procediendo a su inutilización.

El conductor manifestó que el montaje e instalación de este sistema se había llevado a cabo en un taller de la provincia de Barcelona.

El hecho de llevar un detector instalado en el coche está considerado como una infracción grave y supone una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carnet de conducir.

Más grave lo es llevar instalado un inhibidor de radar, que implica una sanción económica de hasta 6.000 euros y 6 puntos de retirada del permiso de conducción para el conductor del vehículo, así como una sanción de 30.000 euros al taller encargado de su montaje.