La ULE lanza un programa para el reciclaje de los materiales difícilmente reutilizables
La inversión en el proyecto Estella alcanza los casi cinco millones de euros y tendrá tres años y medio de duración
La Universidad de León y el Centro Tecnológico Cidaut presentaron ayer el programa Estella, un proyecto de investigación que permitirá reciclar materiales, difícilmente reutilizables, a través de un sistema financiado por la Unión Europea, dotado con cinco millones de euros.
Estella tiene una duración de 3,5 años y su objetivo es aumentar la ecosostenibilidad de los compuestos epóxidos termoendurecibles.
Para la consecución de este objetivo se trabajará sobre toda la cadena de valor de dichos materiales, como son la etapa inicial de diseño, los procesos de fabricación, los procesos de reciclaje con el fin de incrementar la tasa de recuperación de sus componentes y el fortalecimiento de las dimensiones ambientales y económicas.
Estella es un proyecto coordinado desde Cidaut por la doctora Julia Guerrero Fernández. La ULE, desde el Area de Bioquímica y Biología Molecular (Carlos Barreiro / Elías Rodríguez Olivera), forma parte de este consorcio compuesto por 13 socios de 9 países europeos: dos universidades, Universidad de León (España) y Universidad de Wageningen (Holanda), siete centros tecnológicos o Institutos de Investigación: Andaltec España), Cidaut (España), Fraunhofer Institute (Alemania), Icso (Polonia), Kemijski institut (Eslovenia), Sintef (Noruega) y Wood KPlus (Austria), así como una empresa, FeyeCon (Holanda), Tres pymes, Celabor (Bélgica), ECRT (Dinamarca) e Idener (España).
MEJORAR LA TASA DE ÉXITO
Polanco, vicerrector de la Universidad de León, explicó que los investigadores «están recibiendo el apoyo necesario para mejorar la tasa de éxito». La ULE gestiona «doce proyectos por valor de un millón de euros». Por su parte, Julia Guerrero refirió desde Cidaut la necesidad de este proyecto «que abarca desde partes de un avión hasta piezas bicicletas». Cuando acaban su vida natural se queman para obtener energía «y esa no es la vía. Con una química adecuada, se pueden reciclar».
Hay intención de crear una planta de reciclaje en Dinamarca, se emplean el reciclaje mecánico, el químico y el biológico «que este último es especialidad de León». Barreiro puntualizó que la transformación se realizará «con encimas» que permitirán reutilizar de la mano de los microorganismos.
MUCHAS APLICACIONES
Los materiales epóxidos presentan un amplio rango de aplicaciones que abarcan desde la ingeniería aeroespacial, la automoción y la construcción hasta aplicaciones domésticas. Esto se debe a sus peculiares propiedades multifuncionales como su alta resistencia y su ligero peso. Actualmente, el principal desafío asociado a estos compuestos es su baja tasa de descomposición o el complejo reciclado tras su vida útil, que en muchas ocasiones finaliza en su incineración o acumulación en vertederos.
La investigación sobre la degradación inicial de estos compuestos, así como la búsqueda de microrganismos capaces de utilizarlos como nutrientes, fomentando así su degradación, centran las tareas que se están llevando a cabo.
Estella (DESign of bio-based Thermoset polymer with rEcycLing capabiLity by dynAmic bonds for bio-composite manufacturing), tendrá una duración de tres años y medio.