Uno de cada cinco médicos se apunta a las jornadas de tarde para cobrar horas extra
Sanidad repite la fórmula con la que atendió a casi 5.900 pacientes para intentar compensar las carencias en Primaria
La experiencia fue satisfactoria y se repite este año , aunque no será suficiente para compensar la falta de médicos en Atención Primaria en algunas zonas y garantizar las anunciadas 48 horas de demora para un cita con el médico de familia o pediatra.
Sacyl vuelve a pagar horas extra a los facultativos de los centros de salud para incentivar el trabajo fuera de la jornada ordinaria que permita frenar listas de espera . No hay estimaciones de lo que depare esa medida en el futuro próximo cuando se aplique, pero sí existen datos de lo que ocurrió en 2022 sobre cuántos se apuntaron a esta bolsa de peonadas y de la actividad que realizaron.
En León, 76 médicos (25 de ellos MIR de tercer y cuarto año y seis jubilados) efectuaron trabajo voluntario por la tarde, junto con 40 enfermeras, lo que representa el 22% de los facultativos de cabecera. Lograron atender a casi 5.900 pacientes, según las cifras oficiales de Sacyl.
En el conjunto de la Comunidad fueron 447 los médicos de Familia y pediatras, de una plantilla de 2.666, los que se apuntaron al horario vespertino. Sumaron 1.914 jornadas que permitieron atender a 41.671 pacientes, una media diaria de unos 244 usuarios del servicio público.
Aunque la actividad y la presión asistencial es muy variable según las zonas rurales y urbanas, e influya el envejecimiento de las plantillas y la saturación de la demanda, cabe esperar resultados similares a los de 2022 con la medida del trabajo extra vespertino anunciada por el consejero de Sanidad, Alejandro Vázque.
Por ahora se ha firmado un acuerdo con la Confederación Española de Médicos (Cesm) y ahora tiene que pasar por la mesa sectorial en un ambiente donde el resto de sindicatos ya han manifestado su oposición a la negociación unilateral y a unas mejoras salariales que, por el momento, los han dejado fuera. Critican que es «un parche» que frenará algo las listas de espera, pero ese porcentaje de médicos voluntarios «no cubre ni tan siquiera la pérdida de plantilla, aunque hicieran un horario completo (y efectuarán cuatro o dos horas de horas extraordinarias)».
La radiografía de primaria en León muestra un acuciante déficit de profesionales. En cinco años se prevé la salida de medio millar de facultativos, 150 de ellos de este nivel sanitario (el 46%). Y la cosa se complica porque la tasa de reposición de estos especialistas es negativa, lo que significa que por cada médico que cuelga la bata no se ha formado otro que ya pueda entrar a sustituirle, sino ‘medio’, y existen zonas como el Bierzo de tan díficil cobertura que ni con seis repeticiones de la oferta para cubrir los puestos ganados en la oposición de 2018 lograron evitar las vacantes. León ya parte de una mala ratio de 405 médicos por 100.000 habitantes, por debajo de la media de la Comunidad que se sitúa en 447.
El 74,9%, más de 50 años
El 74,9% de los médicos de cabecera tienen más de 50 años y el 49,9% más de 60 con un 2,2% de profesionales extranjeros. Además del refuerzo, primaria necesita un cambio de modelo para tratar con eficacia a una población envejecida y dispersa, reducir la temporalidad y rebajar las listas de espera. La sanidad pública de Castilla y León perderá en conjunto 4.928 médicos en diez años, unos seiscientos en la mitad de ese tiempo tanto de centros de salud como de hospitales. Por eso se plantea difícil compensar con trabajo extra y más cuando se avecinan nuevas jubilaciones.
Incentivar el trabajo con 322 euros
La incentivación económica se eleva a 322 euros para los médicos, frente a los 314 que se concedieron el año pasado cuando se aprobó la medida excepcional del trabajo vespertino a sumar a la jornada ordinaria. Con 30 pacientes presenciales y 40 no presenciales para jubilados y MIR.
Precisamente, la prolongación de la vida activa de los jubilados ha permitido en los últimos años un cierto equilibrio en el sistema sanitario de León y la Comunidad, según el último estudio demográfico de la profesión médica elaborado por el Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León. Entre 2019 y principios de 2022, los médicos activos por cada cien mil habitantes se incrementaron ligeramente de 447 a 451.
Esa sostenibilidad no llegó por las nuevas incorporaciones, sino que la facilitaron los 603 médicos que con más de 65 años siguieron trabajando (la legislación lo permite hasta los 70», al doblarse su proporción. De modo que el problema de falta de médicos de cabecera, agravado por el escaso tirón para los MIR de esa especialidad, continúa y su trabajo es clave.
En León atendieron dos millones de citas. El 90,8% en consulta, el 7,1% fueron urgencias y el 2,1% visitas a domicilio.