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ALTA VELOCIDAD

Adif Circulación se hace cargo del túnel de la Variante de Pajares

El salto definitivo de la galería del AVE tras dos décadas de obras

Plataforma de la alta velocidad entre León y Asturias. RAMIRO

León

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El trámite merece una reseña especial entre las pilas de documentos que se gestionan habitualmente en la estructura ferroviaria de nueva construcción;  hoy Adif Alta velocidad traspasa el túnel entre León y Asturias a Adif Circulación y Mantenimiento. Veinte años después de la primera ejecución de obra, el túnel pasa al momento decisivo, que supone el avance en las pruebas, el calibre, el movimiento de enclaves que lleva al movimiento del tren. Hoy, si no hay retrasos en la diligencia, en un área tan dada a las demoras en las efemérides que han marcado todo su desarrollo a lo largo de dos décadas.

El primer encargo que tratará de completar el departamento de Circulación y Mantenimiento será disponer las pruebas internas de Alta Velocidad para validar y verificar las instalaciones, en esas galerías y los 24 kilómetros de raíles en cada tubo y por sentido de circulación, que componen el tuétano de la espina dorsal de la inversión más cuantiosa dedicada a modernizar las estructuras de comunicación del país. La Variante de Pajares que cambia de despacho en el edificio burocrático del Administrador Ferroviario se define por algunas cifras extraordinarias; los 20 años de obra y los 4.000 millones sepultados.

El traslado de oficina de la hijuela del túnel conlleva también un salto de cualidad en los procesos de formación de personal y cuestiones relativas a la fiabilidad de las instalaciones.

Las revisiones previas dan como resultado ajustes en hitos kilométricos, desplazados en un puñado de metros, o replanteo de velocidades con variación entre 5 y 10 kilómetros entre topes de máximas.

Ese límite está ahora fijado en 160 kilómetros por hora, aunque parece que el empeño técnico terminará por autorizar la circulación en algunos tramos a 220 kilómetros por hora.

Los retos más amplios que quedan por delante a los responsables que dirigirán desde ahora la adaptación de la variante entre León y Asturias a las circulaciones comerciales se centran en sistemas de control; aún no está validado el ERTMS (ETCS2), pero liquidada la urgencia de la apertura en mayo, que se hacía imposible a este ritmo de homologación y ensayos, la presión se alivia, igual que el ritmo de trabajo.

El resto de la liturgia ferroviaria que se espera en este tiempo de adviento para la Variante de Pajares tiene que ver con la hoja de servicio de los trenes laboratorio de Adif; de la BT, que desde el pasado otoño circula con sesiones constantes bajo los túneles, a la espera de que se ponga en servicio el suministro de la catenaria, para que el Séneca comience con sus calibraciones,

La Variante de Pajares vuelve a centra el foco de las actuaciones para poner en marcha un tren comercial de viajeros entre León y Asturias bajo estos túneles por los que hasta ahora sólo corre el agua que escapa de las fuentes de León hacia la vertiente cantábrica, con un daño irreparable para el recurso hídrico del Bernesga, cuenca asfixiada desde que la senda para el tren son túneles.

Aunque la complicación está fuera de esta plataforma que comenzó a construirse en 2003. El inconveniente para que la alta velocidad fluya entre León y Asturias se localiza en el tramo contiguo a la capital leonesa, donde las soluciones técnicas impiden el paso de trenes que se catalogan como de alta velocidad o muy alta velocidad; el Avril, los 102, que se han desarrollado en ancho variable, ajustados a ese tercer hilo que culmina la maraña de combinaciones precisas para que un ave comercial conecte León y Asturias, están aún muy lejos de completar todos los procesos de homologación para poder entrar en servicio. Sin tercer carril entre León y La Robla no hay paraíso en el túnel, ni hasta el cambiador del emboquille norte, en el que se reajustará el tránsito a las condiciones de una vía convencional que va a soportar, tres en uno,m mercancías, cercanías o regionales y alta velocidad.

El último desengaño con el calendario de la Variante de Pajares ha dejado tan afectada a la clase política que ahora no se encuentra fecha en el calendario para asegurar ni por aproximación el momento en el que va a entrar en servicio el túnel. La aseveración de que será este año, con toda certeza, pierde cada día fuerza, mientras se aproximan las elecciones de mayo y la costra del gatillazo con las galerías se convierte en un lastra difícil de lidiar para los partidos en el poder; ni el escándalo del gálibo en los túneles le hace sombra.