Segunda ola de gripe en León
La gripe sigue dando sorpresas. Y si en esta campaña salió a escena en octubre , tres meses antes de sus fechas habituales, ahora la red centinela que vigila la expansión de las infecciones respiratorias constata una segunda ola de virus gripal con 45 casos por 100.000 habitantes.
Según indican, en la semana seis (del 6 al 12 de febrero) han observado «un aumento de la tasa de incidencia de las IRA», sobre todo, «los síndromes gripales, principalmente en los grupos de edad de 5 a 44 años, cuya incidencia general se sitúa en valores próximos al umbral epidémico».
El 30% de las muestras centinelas fueron positivas a gripe, y en las muestras hospitalarias casi se duplicaron las detecciones con respecto a la semana anterior, lo que «confirma el aumento de la circulación de virus gripales del tipo A (H1) y sobre todo del tipo B en la población», señalan. Los afectados por el repunte gripal lo están pasando fundamentalmente en sus casas, ya que afecta a un tramo de población que no suele requerir su ingreso o atención hospitalaria.
De hecho, el servicio de Urgencias del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) no ha notado aún una mayor presión de pacientes como sí se produjo paulatinamente desde octubre a enero con picos de 500 usuarios. Estas semanas la afluencia a Urgencias sigue cánones normales para las fechas de 350 enfermos diarios y los lunes y viernes un poco más, según fuentes hospitalarias.
Desde que a los virus respiratorios les salió la competencia del covid , las fechas habituales de aparición de las enfermedades respiratorias han saltado un poco por los aires. Durante 2020 y 2021 se registró lo nunca visto, ya que la incidencia de la gripe se minimizó hasta el punto de casi desaparecer y en 2022, cuando nadie la esperaba, irrumpió con fuerza en un mes atípico, mayo, después de haber asomado en marzo con 140 casos.
Las campañas de vacunación frente a la gripe han estado muy presentes en los últimos tres años, primero por el temor que resultó infundado de que coincidieran y sumaran efectos con el covid y después por el riesgo de que el exceso de protección por el confinamiento, la distancia social y el cubrebocas hubiera rebajado la inmunidad y se fuera más proclive a infectarse.
Algo similar ocurrió con la bronquiolitis, con una presencia inferior a lo habitual durante la pandemia y unos índices elevados esta campaña.