Diario de León

La fiscal reduce a ocho años de prisión la pena que pide para tres de los cuatro acusados del crimen del dominicano

Considera que Hoover, Amaurys y Jonatan solamente fueron cómplices de la muerte de Dawry Vilorio Almonte, que atribuye a Erasmo

Los cuatro acusados, durante los informes finales. MAZ

Los cuatro acusados, durante los informes finales. MAZ

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La fiscal ha revisado las conclusiones provisionales correspondientes a la causa abierta por el juicio del crimen del dominicano y reduce subsidiariamente a la condición de cómplices del homicidio a Hoover, Amaurys y Jonatan. Cree que Erasmo fue autor del delito de homicidio y de tenencia ilícita de armas, por lo que mantiene la propuesta de una pena de catorce años para él por homicidio y año y medio más por tenencia ilícita de armas. Para los otros tres, baja la propuesta a ocho años de prisión.

Las defensas solicitan que se contemple la legítima defensa, la reparación del daño y la atenuante de dilaciones indebidas para reducir las posibles condenas a sus clientes en el caso de que el jurado los declare mañana culpables en el veredicto.

Según la versión oficial, el autor confeso del crimen, Erasmo, sufrió un robo en su casa la misma mañana de los hechos a manos de dos encapuchados. Sospechó de Dawry y se propuso matarlo para vengarse. Citó a Hoover para que les llevara en su coche y se hizo acompañar de Amaurys y Jonatan.

Todos juntos se desplazaron a un paraje apartado de Villavente, donde Erasmo le propinó un disparo. Fue en la tarde del 25 de febrero de 2020.  Abandonaron todos el lugar de los hechos, pero volvieron a por la cartera y el móvil del fallecido. El cadáver no apareció hasta dos días después.

Las huellas de las ruedas del coche delataron a Hoover, que reconoció en un primer momento todo lo ocurrido y facilitó a la Guardia Civil una descripción de los hechos y los participantes, que cuadraba con las pruebas recopiladas, si bien luego cambió su versión.

La fiscal ha pedido al jurado un veredicto de culpabilidad "Cada acusado ha declarado lo que más le convenía, pero la verdad solo es una. Dawry murió de un disparo y tenemos que alcanzar el convencimiento de lo que pasó y fijar la responsabilidad de cada uno".

"No es necesario que haya un acuerdo de voluntades previo", señaló la representante del Ministerio Público. "Basta que se adhieran o lo consientan. Solamente una persona disparó pero los demás consintieron o dejaron de hacer cosas que significan que lo admitieron", explicó. "Y estoy convencida de que hubo consentimiento y una cierta planificación".

La primer señal de preparación es el concierto con otras tres personas "para ser cuatro contra uno" y el escenario "que no fue una cafetería de Ordoño II sino un descampado de Villavente".  Así se consiguió que, durante un par de días nadie supiera nada: "Sabían a qué iban porque oyeron que le iban a dar un escarmiento y que había que finiquitarlo".

Según la acusación pública, Erasmo asegura que no llevaba el arma, que la llevaba Dawry y que hubo una pelea: "Lo hace para quitarse año y medio de cárcel por tenencia ilícita de armas, porque nadie ha dicho que Dawry tuviera una pistola mientras que en la habitación de Erasmo había señales de haber realizado disparos".

"¿A ustedes les cuadra que los demás acusados, que dicen que estaban atemorizados por el autor del crimen, se pusieran a comer golosinas?", se anticipó la fiscal a la línea de defensa que seguirán los letrados de los sospechosos. "No pueden alegar miedo insuperable" (una circunstancia eximente que alegan los letrados de los tres supuestos cómplices, que mantienen que sus clientes no tuvieron más remedio que cooperar por temor a perder su vida. "Eso cabría si reconocieran los hechos, pero según su versión, no había un plan, todo fue fruto de un forcejeo".

Desde el punto de vista de la fiscal "todos son autores", pero abrió la puerta la acusadora al jurado para que estime la posibilidad de reducir su condición a la de cómplices "porque no tienen el llamado dominio del hecho sí facilitan su labor". "Su sola presencia sirvió para facilitar el crimen". 

La defensa de Hoover subrayó la existencia de una discapacidad mental por hidrocefalia que considera que se debe de tener en cuenta a efectos de sentencia. "Era un simple taxista y no estaba bien de la cabeza, se ha dicho en esta sala", explicó la letrada. "Él intentó huir y le obligaron a volver al lugar de los hechos".

El letrado de Erasmo se quejó de ser la parte más débil del proceso: "Ahora ustedes tienen que valorar si ha habido periodos de inactividad judicial en este procedimiento, lo cual influirá en la sentencia. No defiendo a mi cliente porque sí, sino porque entiendo que lo que dice la fiscal no es cierto", ha asegurado. "Ya se ha cometido una tragedia, no cometamos dos porque Erasmo no quería matar a Dawry y menos delante de tres personas que no se conocían entre sí", aseguró. "Si hubiera querido matarlo, habría hecho desaparecer después el cuerpo. No quería hacerlo pero se le fue de las manos la situación".

Para la defensa de Amaurys y Jonatan, es evidente que no tenían más remedio que callar ante el crimen que se había cometido o arriesgarse a perder su vida "y la de sus familias, porque en la República Dominicana, el valor de una vida humana es nulo y ellos tenían miedo. Erasmo les amenazó con pegarles un tiro y ellos no pudieron reaccionar. Eso se llama miedo insuperable y es una circunstancia eximente de la responsabilidad penal".

 

 

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