La división del feminismo empaña las protestas del 8M en León
- Más de 5.000 personas secundan en León la manifestación convocada por la Comisión del 8-M - A la convocatoria del Movimiento Feminista apenas acuden 400 asistentes
La división del feminismo ha deslucido en León las reivindicaciones por el Día Internacional de la Mujer, que ha sacado a la calle a más de 5.000 personas en las dos manifestaciones que han recorrido el centro de León, con consignas enfrentadas.
Con el objetivo de recuperar la estela de 2018 cuando el movimiento feminista eclosionó bajo el lema «Si nosotras paramos, se para el mundo», la Comisión del 8-M logró reunir en la manifestación de la capital leonesa, la más multitudinaria, a más de 5.000 personas que recorrieron las calles más céntricas de León con lemas como «feminismo camina pa’lante, machismo camina pa’trás», «ni una más, no nos callarán!», «¡las mujeres trans son mujeres!» o versiones de las canciones de Shakira y Bizarrap y Quevedo.
«La lucha es de todas las mujeres, de todas y todes. Estamos defendiendo el derecho de todas las que han estado en los márgenes, las que tienen trabajos precarios, las que friegan los suelos pegajosos para que otras rompan el suelo de cristal, de las bisexuales, las trans... somos la voz de las que nunca la han tenido», dijo la portavoz Yolanda Rodríguez.
«En León habíamos conseguido que las manifestaciones fueran unitarias; el movimiento feminista está lleno de debates y de diferentes planteamientos y vamos a seguir trabajando por la unidad, por las mujeres y por todo lo que se nos viene encima», señaló Rodríguez en relación a la fractura que ha provocado dos manifestaciones en la capital leonesa.
«Seguiremos trabajando por la unidad, como hicimos hasta el último momento, y con la voluntad de que en 2024 volvamos a salir unidos», añadió.
Durante el manifiesto que se leyó en la plaza de Botines, a la sombra violeta del edificio de Gaudí y la Diputación iluminados de violeta con motivo del Día de la Mujer, las diferentes plataformas recordaron todos los avances que se han conseguido hasta ahora «aunque no se ha conseguido la plena igualdad», para criticar que frente a ellas está el Partido Popular y Vox. «La violencia de género debería atañer a toda la sociedad y hay que reducir la violencia institucional», añadieron para reivindicar «todas las feminidades, también las no binarias», además de defender que la ley trans, la del aborto, la ley trans y el sólo sí es sí, «amplían derechos». «Estamos luchando por una sociedad más libre, más justa e igualitaria, viva el 8-M y viva la lucha de las mujeres. Esto no es la lucha de un día, es de los 365 y el machismo nos tendrá siempre enfrente», concluyó el manifiesto.
En la otra convocatoria, que salió media hora antes, con un grito de «basta ya a las injerencias y de intentar instrumentalizarnos», el Movimiento Feminista de León recordó este miércoles que la lucha del 8-M es por la igualdad de los derechos de mujeres y hombres. Ni arriba ni abajo, iguales. Y, a su juicio, en ese camino queda mucho por hacer. Por ejemplo, en cuanto a discriminación laboral, ya que las leonesas cobran 4.915 euros menos que los varones.
Por eso reclaman ese 28,6% que falta para equipararse. También ven recorrido en el reparto de la riqueza. Las tasas de temporalidad, paro, actividad y ocupación «son peores para las mujeres, lo que repercute en menos prestaciones y pensiones inferiores. De modo que las mujeres somos y seremos mucho más pobres que los hombres y seguimos asumiendo las cargas familiares». De ahí que el Movimiento exija la corresponsabilidad en los cuidados y la igualdad de sueldos.
Abolir la prostitución, la explotación reproductiva y acabar con la pornografía también se incluyen en las demandas feministas, junto con el fin de la violencia. Las manifestantes pusieron el acento en el nuevo maremágnum normativo al criticar la irresponsabilidad de la ley del sólo sí es sí que ha permitido excarcelar a violadores, y la ley trans que recupera el concepto de género contra el que lucha el feminismo por considerarlo una invención cultural que ha servido para perpetuar los roles sexistas y la desigualdad.
Con pañuelos verdes en defensa del aborto y morados símbolo de la lucha feminista, la comitiva sumó a unos 400 participantes que enarbolaron pancartas de «por los buenos tratos», «todas las mujeres salvarán a las mujeres» y «queremos empleo, trabajo ya tenemos». El manifiesto destacó que «este 8-M no tenemos nada que celebrar con las políticas de estos gobiernos, que han amenazado los derechos de las mujeres y suponen un retroceso de décadas. Si alguien tuvo la esperanza de que con aquellos 8-M masivos de gran unión y participación (2018), se desencadenara una revolución que cambiara las bases que sustentan la desigualdad entre sexos, a estas alturas no hace falta decir que está ocurriendo lo contrario y las únicas resistencias vienen del feminismo. Un feminismo que no confunde derechos con deseos».