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JUSTICIA

Concepción: "Los jueces ahora soportamos insultos, además de mucho trabajo"

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León impone la Cruz de San Raimundo de Peñafort al ex presidente de la Audiencia, Manuel García Prada, al magistrado Teodoro Sandoval y a título póstumo al magistrado Luis Adolfo Mallo

Un momento del acto celebrado esta mañana. J. NOTARIO

León

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El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castila y León, José Luis Concepción, ha dicho esta mañana en León que los jueces, "ahora además de soportar una gran carga de trabajo, tenemos que soportar también los insultos de quienes no están de acuerdo con nuestra labor".

Concepción presidió en la Audiencia Provincial la ceremonia de entrega de las medallas de San Raimundo de Peñafort a Manuel García Prada, expresidente de la Audiencia Provincial, Teodoro Sandoval, magistrado de la Sección Tercera y Luis Adolfo Mallo a título póstumo, en un acto que contó con la presencia de todas las autoridades civiles, militares y eclesiásticas de la provincial, entre las cuales figuraba el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

"Toda vida es una odisea", dijo en la laudatio  inicial  Ana del Ser, presidenta de la Audiencia que habló de Mallo como "una gran persona y un incansable profesional". Destacó su carrera profesional "dedicada a servir a la justicia siempre". Luis encarna "el modelo del juez", siempre respetuoso "y de fino humor aunque pocas palabras y carácter positivo" que siempre será recordado con cariño "y al que siempre echaremos de menos. Descansa compañero, descansa en tu silencio", dijo del Ser.

De Manuel García Prada "que ya había sido condecorado" dijo que hace honor "a su carácter de berciano". Durante su mandato se tomaron decisiones "como la incorporación de la Nueva Oficina Judicial que modernizó el sistema judicial", dijo la presidenta. Con la medalla "reconocemos los servicios prestados".

Destacó la trayectoria profesional de Teodoro Sandoval, siempre recordado "por los desalojos de Riaño" y rememoró la carrera profesional que lo adorna " y su constante vocación de estudio". Destacó la generosidad "de su apoyo a los compañeros" porque Teodoro "siempre ha trabajado sin esperar reconocimiento alguno".

A continuación y en medio de una gran salva de aplausos, fueron impuestas las condecoraciones. Luis y Miguel Mallo, hijos de Luis Adolfo Mallo, recibieron la distinción en nombre de su padre.

Teodoro Sandoval abrió el turno de intervenciones de los galardonados con un agradecimiento "a este símbolo de un mérito compartido". Lo hizo extensivo a su familia "por haberme inculcado los valores de la humildad y la honradez". Hizo un repaso de su carrera "aunque la condición de jubilado ya no se presta a proyectos" y quiso "empoderar la labor de los jueces".

La siguiente intervención corrió a cargo de Manuel García Prada: Señaló su afecto a Concepción, a Javier Sanmartín (su padrino) y recordó que ya fue distinguido hace once años: "Hoy faltan Alfonso Lozano, Luis Adolfo Mallo y Lorenzo Álvarez de Toledo Quintana", dijo emocionado. "Les echo de menos, igual que a Juan Morano, con aquellas largas tertulias que manteníamos". 

Concepción cerró el acto con una llamada "a la unidad de los magistrados, jueces, fiscales, abogados, procuradores y graduados sociales, aunque no corren buenos tiempos para la lírica". dijo.