Diez contratará barrenderos a dos meses de las elecciones y con los barrios en pie de guerra
El gobierno de Diez empieza a llamar a 32 integrantes de la bolsa temporal para que entren ya de forma interina
La cifra de 224 trabajadores queda ya casi como una utopía , aunque figura en el acuerdo que se firmó cuando el Ayuntamiento de León asumió la municipalización del servicio en el año 2013, dentro del plan de ajuste para poder hacer frente a la deuda histórica. Lejos de esa cantidad, ahora apenas quedan 107 personas fijas para el trabajo en la calle, una vez descontadas las movilidades funcionales por motivos de salud y el personal de oficinas. Como auxilio se anotan 19 interinos . Pero si se asume que hay que tener en cuenta las vacaciones, los permisos retribuidos y otras contingencias, la cifra vuelve a menguar. Con toda esta radiografía delante, los operarios de la limpieza viaria y recogida de basura de la ciudad insisten en que «con poco más de un centenar» de efectivos «apenas se puede dar a basto para la recogida de basura» y se tiene que «limitar el barrido», sobre todo en los barrios.
El análisis lo conocen los responsables del gobierno municipal de José Antonio Diez. Pero, con la excepción de los seis meses que transcurrieron desde agosto del pasado año hasta el 31 de enero de 2023, en los que se hizo una incorporación extraordinaria por la acumulación de vacaciones, no han atendido las reivindicaciones de la plantilla. Sí lo harán ahora, a poco más de dos meses para las elecciones municipales, cuando han decidido activar la entrada de 32 personas de manera interina hasta que se resuelva la nueva oposición para atender la limpieza viaria en los barrios, donde la suciedad se ha convertido en la principal queja de los vecinos , como conocen en la Concejalía de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento, dirigida por el socialista Luis Miguel García Copete.
Los llamamientos para las nuevas entradas de personal de manera interina, que comenzaron ayer, se apoyan en la bolsa temporal que tiene el servicio. Los 32 operarios se ajustan a las mismas plazas que vienen fijadas en el nuevo concurso oposición sacado por el Ayuntamiento de la capital leonesa la pasada semana. Su entrada se hará en régimen de interinidad, hasta que se resuelva el proceso, de la misma manera que se ha hecho con los otros 19 que forman parte de la plantilla y cuyo procedimiento de selección, convocado en diciembre de 2021, todavía no cuenta siquiera con el nombramiento del tribunal.
La cifra responde al augurio que lanza la plantilla desde hace tiempo. «Si no contratan ya al menos de manera interina a 32 personas, que son las que se fijan en el nuevo concurso oposición, en Semana Santa León colapsará», como señala el presidente del comité de empresa, Roberto González. No se trata de «una amenaza, sino de una realidad», como explica el portavoz sindical, quien incide en que no habría suficiente «para los servicios de limpieza viaria, ni mucho menos para la atención especial que se requiere en estas fechas» en la zona por la que discurren las procesiones y se acumulan los negocios de hostelería, como el casco histórico. «La madrugada siguiente a la celebración de Genarín sólo se podrá cumplir con esta zona, que es el escaparate de la ciudad ese día por la procesión de los Pasos, si se abandona el resto del municipio», relata el encargado.
Aunque esta situación ya se da algunos fines de semana. La necesidad de atender al centro de la ciudad y al casco histórico, en la que se genera mayor movimiento y, por consiguiente, más basura y suciedad , hace que en algunas ocasiones se deje el extrarradio y algunos barrios con apenas «una persona de manera testimonial». Nada extraordinario en áreas como Armunia, en las que un solo operario tiene que abarcar desde el cruce de Michaisa hasta dentro del pueblo. Antes, para esta misma área había tres, como insisten los operarios para poner un ejemplo concreto que se extrapola, con variaciones, a los otros 103 distritos de barrido viario en los que se divide el municipio.
En los ajustes se exceptúa el centro. Pero para poder mantener la atención en esta zona, priorizada por tratarse de la que más tránsito de personas acumula, han tenido que «quitarse de otras». La merma la sufren los barrios, que también deben hacer el esfuerzo para que no mengue la atención de la recogida de basura, en la que hasta ahora no se han hecho ajustes y «sigue al 100%, aunque haya que quitar de otros sitios», como señala el portavoz de los trabajadores del servicio.
El problema se constata en las quejas ciudadanas sobre la falta de limpieza y la suciedad, sobre todo en los barrios. Las reclamaciones las sufren los operarios en primera persona. «No podemos llegar como se debería a todos los sitios de la misma manera. Más nos gustaría a nosotros, pero para hacerlo necesitamos contar con más gente», como señala el representante sindical para dar voz a las reivindicaciones de la plantilla.