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Fernández Arrieta: «Con la inflación no invertir es la mejor forma de que el patrimonio se reduzca»

Álvaro Fernández Arrieta interviene a partir de las 20.00 horas en el Club de Prensa de Diario de León. DL

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León

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Los vaivenes del mercado, las oportunidades que la inflación abre a la renta fija y la necesidad de actuar con asesoramiento y sin atender a los sentimientos en momentos de volatilidad son algunos de los temas que trata hoy en el Club de Prensa de Diario de León Álvaro Fernández Arrieta, co-responsable de Desarrollo de Negocio de Capital Group en España, de la mano de Andbank y del Inversor Inquieto. Una conferencia que se desarrolla a partir de las 20.00 horas, y que puede seguirse en directo a través de la Edición Digital de Diario de León ( www.diariodeleon.es ).

—El mercado no deja de dar sobresaltos a los ahorradores. ¿Qué cabe esperar?

—En la empresa tenemos nueve décadas de historia y eso nos da una perspectiva a la hora de enfrentarnos a los mercados, especialmente en circunstancias complicadas como las que hemos vivido en los últimos años. Lo que hemos aprendido es que después de la tormenta viene la calma. Con el tiempo, y a largo plazo, los mercados financieros han demostrado una extraordinaria capacidad para anticipar un futuro mejor, incluso en los peores momentos. Es cierto que todas las recesiones resultan difíciles, pero lo bueno es que no suelen durar mucho. La posibilidad de acceder a la recuperación de los mercados desde el principio puede resultar muy ventajosa. En todos los ciclos que se han registrado desde 1950, los mercados alcistas han generado una rentabilidad media del 265%, frente a la pérdida del 33% que han supuesto los mercados bajistas.

—La inflación juega ahora también en contra del ahorro.

—Lo que sabemos es que la inflación no va a desaparecer. No invertir y esperar al «momento oportuno» es una herramienta eficaz para que nuestro patrimonio se reduzca mes a mes. De hecho, en nuestra opinión, las caídas del año pasado hacen que las valoraciones de muchos activos sean ahora mucho más atractivas. Sin embargo, me gustaría compartir siete principios que pueden servir de guía para ayudar a los inversores a sortear las caídas del mercado y los periodos turbulentos. Primero que las caídas del mercado forman parte de la inversión, así que hay qeu tener en cuenta sus tiempos, no buscar sincronizarse con ellos. Además es importante tener una perspectiva a largo plazo, porque los ciclos alcistas sulen ser más largos y los inversores que se mantienen al margen corren el riesgo de no aprovechar las subidas que siguen a las caídas. Siempre la inversión que se basa en emociones es peligrosa, y puede marcar el éxito o el fracaso en la inversión. Por otro lado es necesario crar un plan de inversión y seguirlo, basado en la tolerancia al riesgo, objetivos,... Además una cartera diversificada ayuda a reducir el riesgo, y la renta fija puede aportar equilibrio. Y no hay que olvidar nunca que el mercado tiende a recompensar a los inversores a largo plazo. Aunque las acciones suben y bajan a corto plazo, tienden a recompensar a los inversores a largo plazo. Es natural que las emociones afloren durante los periodos de volatilidad. Los inversores capaces de ignorar las noticias y centrarse en sus objetivos a largo plazo están en mejor posición para trazar una estrategia de inversión inteligente.

—¿Qué alternativas hay para amortiguar el efecto de la inflación en las carteras?

—Está claro que la inflación resta valor a nuestro patrimonio cada día que pasa, por lo que no invertir equivale a dejar que nuestros ahorros disminuyan sin remedio. Si tenemos en cuenta los niveles actuales a los que cotizan los diferentes activos, existen oportunidades tanto en renta fija como en renta variable, dependiendo del perfil del inversor y del plazo al que invierta. La mejor opción es estar siempre invertido y no utilizar el market timing, teniendo un buen asesoramiento y un plan de inversión .

—¿Es la renta fija de nuevo atractiva?

—Es evidente. La dolorosa caída del año pasado se debió a la rapidez con que subieron los tipos, la magnitud de lo que subieron y el bajísimo nivel de partida. En los últimos meses, el entorno ha cambiado mucho. El contexto macroeconómico apunta a una ralentización del crecimiento, aunque no se sabe con certeza en qué medida. Si la inflación tiende a la baja, puede que haya menos volatilidad de los tipos a medida que se modere la postura agresiva de los bancos centrales. En general, las valoraciones parecen mejores que hace un año, incluso con el reciente repunte del cuarto trimestre.

—¿Dónde está el atractivo de los bonos en estos momentos?

—La renta fija es mucho más atractiva que hace un año. El amplio universo de posibilidades ofrece grandes oportunidades para que los inversores añadan valor a través de un análisis bottom-up y de la selección de títulos de deuda de mercados emergentes y de alto rendimiento empresarial. Mantener una visión a largo plazo y recurrir al equilibrio puede ayudar a allanar el camino. Los inversores que busquen una cartera equilibrada deberían asegurarse de que su asignación a la renta fija cumple las funciones clave que los bonos deben desempeñar en una cartera: diversificación respecto a la renta variable y preservación del capital.

—¿Qué opciones hay en renta variable?

—Con la ralentización del crecimiento, el aumento del coste del capital y el descenso de las valoraciones de las empresas tecnológicas menos rentables, espero que los dividendos contribuyan de forma más significativa y estable a la rentabilidad total. Por ello, los valores que pagan dividendos (entre los que se incluyen muchas empresas sanitarias) son oportunidades de inversión cada vez más atractivas.

—Sigue siendo importante evitar sentimientos frente al mercado, ya sean de euforia o de miedo.

—Las reacciones emocionales a los acontecimientos del mercado son perfectamente normales. Los inversores se sienten nerviosos cuando los mercados bajan, pero son las medidas adoptadas durante esos periodos las que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de la inversión. Kahneman ganó el Premio Nobel en 2002 por su trabajo en economía conductual, un campo que investiga cómo los individuos toman decisiones financieras. Una de las principales conclusiones de los economistas del comportamiento es que la gente suele actuar de forma irracional al tomar esas decisiones. Crear y seguir un plan de inversión cuidadosamente elaborado es una buena forma de evitar tomar decisiones de inversión cortoplacistas, sobre todo cuando los mercados bajan. El plan debe tener en cuenta una serie de factores, como la tolerancia al riesgo y los objetivos a corto y largo plazo.