Las agresiones a sanitarios crecen un 62% en León pero bajan en el Bierzo un 41%
El Observatorio de Sacyl registró en el área leonesa 76 incidentes y 19 en la de Ponferrada
El bofetón y la patada que asestó un paciente en estado de alteración a su médico el año pasado ejemplifica uno de los 76 incidentes que registró el Observatorio de Agresiones de Sacyl en 2022. Una cuenta que se traduce en una llamada de atención, ya que los insultos, amenazas y violencia física que se ejercen contra los sanitarios se ha multiplicado un 62% respecto a los datos prepandémicos de 2019 en los centros de salud y el Hospital de León, con 64 trabajadores increpados frente a las 31 víctimas contabilizadas hace tres años.
En El Bierzo, sin embargo, la tendencia que se constata es la contraria, con 19 incidentes el año pasado que afectaron a 19 empleados de Sacyl frente a los 27 ‘choques’ denunciados en 2019 que violentaron a 35 sanitarios. El área de Ponferrada rebaja un 41% esa contabilidad negativa en tres años y casi un 27% al comparar las 22 agresiones de 2021 con las del año pasado. Se convierte así en una ‘isla’ dentro de los malos datos de la Comunidad, donde los 678 incidentes contra 793 empleados supones un alza del 32,38% en relación a 2021, cuando se notificaron 599 agresiones en 530 ataques (521 sanitarios en 462 sucesos en 2019).
El perfil más habitual del agresor, según Sacyl, es el de una sola persona (89,5%), varón (51,1 %) y paciente (62,9 %), mientras que un 12,3% fueron reincidentes. La crispación en los centros sanitarios se ha disparado, pero violentar a estos profesionales no sale siempre gratis, ya que los tribunales están condenando esos hechos por atentado, lesiones o coacciones.
En conjunto, las agresiones al personal de Sacyl acumulan 262 sentencias judiciales condenatorias y otras 166 sanciones de tipo administrativo. El Código Penal considera la violencia o las amenazas graves sobre el profesional sanitario como actos de atentado cuando el trabajador se halle en labores de su cargo, en el ámbito de la asistencia sanitaria pública, y las penas para el agresor pueden llegar de uno a cuatro años de cárcel.
La Consejería de Sanidad trabaja con la Fiscalía y quiere fortalecer los vínculos y protocolos con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Los profesionales también cuentan con el botón de alarma de los ordenadores, que en los próximos meses se integrará en una nueva versión dentro del Escritorio del Profesional. Un botón sobre el que se realiza un estudio sobre su eficacia, al igual que sobre las cámaras de seguridad y pulsadores antipánico para valorar la oportunidad de instalarlas en los centros que no dispongan y estén incluidos en el mapa de riesgos por su mayor reincidencia en las agresiones, como medida disuasoria y para que los profesionales se sientan más protegidos.
Valladolid Este fue con 177 trabajadores el área que más agresiones de la autonomía y Soria donde más crecieron, un 136%.