La ciudad se posiciona entre los destinos urbanos más buscados
Los ingresos hoteleros crecieron el verano pasado un 22%, aunque no la rentabilidad
León despegó en verano como destino de interior. MARCIANO PÉREZ
El verano de 2022 fue especialmente favorable para el negocio de los hoteles de la ciudad, que retoma el pulso como destino urbano más buscado por los turistas, sobre todo nacionales y que desde hace ahora un año han desplegado con fuerza+ una necesidad de viajar «latente» durante el tiempo de pandemia. León fue la undécima provincia entre las 55 con mayor negocio turístico del país que más incrementó los ingresos de sus establecimientos de la capital entre junio y septiembre.
Un 22% de incremento de los ingresos entre 2022 y 2019, antes de la llegada del covid; y un 26,4% de mejora en relación con el precio de venta de las habitaciones disponibles. Ello a pesar de que la ocupación cayó levemente, un 3,5%, sobre los niveles prepandemia.
La mejora de los ingresos se debe a un crecimiento de los precios por encima de la media, según la asociación de empresas del sector turístico Exceltur, que ayer dio a conocer su Barómetro de Rentabilidad de los Destinos Turísticos en el pasado verano. Y León está en los puestos de cabeza del crecimiento de los ingresos medios por habitación disponible entre los destinos urbanos.
El informe incide en la fuerte reactivación de las escapadas urbanas también el pasado verano, y la reactivación del turismo de congresos a partir de septiembre. León se sitúa, con Jaén, Mérida y Badajoz, entre las ciudades de menor tamaño que mejor recuperan los niveles de actividad de viajeros de la prepandemia. «Favorecidas por la excepcionalidad del fenómeno de la demanda embalsada».
Sin embargo ciudades de la autonomía como Burgos, Soria, Ávila y Zamora retrocedieron en este periodo en sus niveles de ingresos, a pesar del despegue generalizado. La agrupación empresarial señala a León entre las ciudades de interior de pequeño tamaño, y que en general tienen bajos niveles de rentabilidad de sus plazas turísticas, que «experimentaron en sus ingresos crecimientos muy por encima de la media, debido a una demanda creciente o similar a la de 2019».
El barómetro cuantifica la facturación hotelera, y dado que el año pasado el movimiento turístico volvió a la normalidad a partir de abril, compara los datos del pasado verano con los de 2019, «el último año de normalidad».
Exceltur califica el pasado verano de «atípico», se saldó en general en los principales destinos con ingresos superiores a los de 2019, aunque los resultados de las empresas se vieron lastrados por el incremento de los costes. Marcados también por una clara preferencia por los destinos típicamente vacacionales. Las empresas del sector turístico advierten de que la aparición de factores como la guerra en Ucrania, la inflación y la sombra de la recesión no impidieron que el verano de 2022 tuviera en término de actividad y negocio un «comportamiento excepcional». De hecho durante los meses de verano los ingresos por habitación se incrementaron a nivel general un 13,6%.
Costes mayores
Sin embargo este incremento en los ingresos «no se ha trasladado en una mejora de la rentabilidad. «Las empresas han tenido que hacer frente a incremento de costes tanto energéticos como de suministros, y a pesar de que los precios de los hoteles se incrementaron un 15,8% de media nacional sobre 2019» no han cubierto un encarecimiento de costes que alcanza casi el 33% en el capítulo energético, un 18% en los suministros y algo más del 10% en los costes laborales.
El informe señala que los precios en los destinos vacacionales se incrementaron con más fuerza que en los urbanos; pero inciden en todo caso en una rápida recuperación de la demanda, que califica de «atípica y exponencial» desde el pasado mes de abril hasta el final del verano