CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD
El abandono del casco viejo de León este mandato cierra 26 negocios en tiempo récord
El PP culpa a Diez de «fulminar» el plan de recuperación que habían iniciado en el año 2019
La calle Azabachería es uno de los mejores ejemplos de la situación del casco histórico de León. RAMIRO
Al pie de la letra del programa electoral de hace cuatro años, en el que el PSOE prometía «establecer un modelo nuevo y claro de centro histórico que lo revitalice como núcleo central de la vida de la ciudad para mantener la población que lo habita y atraer nuevos habitantes», el PP municipal se preguntó ayer dónde han quedado «las promesas» de José Antonio Diez tras «fulminar el Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección del casco antiguo» que habían iniciado los populares en 2019.
Entonces, según las cifras del INE había 409 negocios, pero en el último año con datos cerrados se observa que sólo quedan 383 , como citó la concejala Ana Franco.
La edil popular insistió en que «ese olvido está pasando factura a los vecinos, comerciantes, hosteleros, transporte y a la economía leonesa en general» porque el plan se había programado como «medida necesaria e imprescindible para evitar el deterioro progresivo y alarmante de uno de los barrios más emblemáticos de León».
Pero, como incidió la concejala del PP, el gobierno de José Antonio Diez lo paralizó en octubre de 2019, apenas dos meses después de hacerse con la Alcaldía de León, y con posterioridad «lo hizo desaparecer del perfil del contratante», con el consiguiente «ninguneo al trabajo y las iniciativas de las siete empresas licitadoras que habían aportado toda la documentación requerida en la fase de licitación».
Valoración
Franco insistió en que, pese a que había presupuesto aprobado, el gobierno municipal del PSOE lo «ha hecho desaparecer el plan, sin ni siquiera cerrar el expediente de acuerdo a la normativa con el informe pertinente sobre las razones motivadas que le han llevado a no continuar con un proyecto de vital importancia para la ciudad».
El alcalde, como criticó Franco, incluso ha llegado a excusarse en que «los técnicos del Ayuntamiento son responsables de esta situación» cuando la decisión de que se «evaporara» la tomó el propio Diez.
La desaparición del plan abunda en la imagen «muy deteriorada y poco atractiva para su habitabilidad, consumo e inversión» del casco histórico, como analizó la concejala popular. Franco incidió en «el abandono» de la zona, donde ni siquiera se ha continuado con la limpieza de los grafitis que se había iniciado en el mandato anterior. «La máquina específica que se compró no ha vuelto a salir de los almacenes. Ahí está muerta de risa», sentenció.