Una provincia la cola de las subidas de las rentas en los últimos años
León está a la cola de los incrementos de las rentas de alquiler en los últimos años en todo el país. Sólo cinco municipios entre los 58 de más de 100.000 habitantes en España (Oviedo, Gijón, Salamanca, Ourense y Burgos) han registrado un menor incremento de los precios de los alquileres entre 2015 y 2020. Y León tiene la quinta renta media mensual más baja del país entre estas ciudades, según los datos del Observatorio de Vivienda y Suelo de la Dirección General de vivienda y Suelo del Gobierno central. Un informe que recopila los datos del Sistema Estatal de Referencia de precios del Alquiler de Vivienda del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y que reúne los datos de fuentes tributarias, depósitos de fianzas y oferta de portales inmobiliarios.
Este observatorio señala que el alquiler medio en León se incrementó en este período en un 12,9%, sólo 16 provincias tuvieron un aumento de estas rentas más contenido que León. Que es el cuarto más bajo también de la Comunidad.
Entre las tres principales poblaciones de la provincia la capital registró el mayor incremento, con un 13,6%; seguida de San Andrés del Rabanedo, con un 13,5% de aumento, y Ponferrada, donde las rentas aumentaron un 11%.
El Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda, con datos de 2021, señala que en León las viviendas en edificios colectivos que se alquilan tienen de media una superficie de 89 metros y la renta media pagada en el conjunto de la provincia es de 386 euros al mes. En el caso de las viviendas unifamiliares que se arriendan, son 189 los metros cuadrados que tienen de media, y 340 euros el alquiler abonado.
En este escenario se desarrolla el límite al precio del alquiler de viviendas puesto en marcha por el Gobierno hace ahora un año, que se prorrogó a finales de 2022 y limita hasta el 30 de junio la subida de los precios del alquiler al 2% para los grandes tenedores (más de diez inmuebles) y deja al acuerdo entre las partes el incremento para el resto de los propietarios, siempre que no se supere la variación anual el Índice de Garantía de la Competitividad.
Por otra parte, los contratos de alquiler que concluyan hasta el 30 de junio se prorrogarán en las mismas condiciones durante seis meses si así lo pide el inquilino, y también se amplía hasta entonces la suspensión de procedimientos de desahucios y lanzamientos. Los analistas señalan que tras un año de aplicación de la norma (dentro del Plan Nacional de Respuesta a las Consecuencias Económicas y Sociales de la invasión de Ucrania por Rusia) la subida del alquiler en las grandes ciudades sigue en máximos históricos, y la oferta se ha reducido.
Otra consecuencia es que los propietarios han subido los precios de los nuevos contratos para compensar esta limitación, y eso dificulta aún más el acceso a la vivienda de los nuevos inquilinos.
«Supone un cambio en las reglas de juego, porque el arrendador invierte en la vivienda sus ahorros. Aunque lo cierto es que todo esto, y la Ley de la Vivienda, no va a tener una gran trascendencia en León, porque no es una zona especialmente tensionada ni los precios del alquiler son como para tener problemas», señala el gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana.
Miguel Ángel Sánchez recuerda también que «la negociación del precio de los alquileres, al margen de las cláusulas de los contratos, es algo que siempre han negociado arrendadores y arrendatarios». En todo caso, apunta, «si el inquilino es buen pagador, no interesa tener problemas. Supone mayor pérdida tener el piso vacío un tiempo».