El Hospital ya trata contra el cáncer a 40 pacientes al día con el nuevo acelerador

Un paciente del Bierzo de 44 años estrenó el nuevo acelerador lineal del Hospital de León el pasado 21 de marzo para atacar con fotones un tumor de próstata. La nueva máquina , de varias toneladas y blanco cegador, posee un brazo giratorio y una cabeza con microláminas que permiten ajustar mucho más el haz que dispara contra el cáncer para evitar daños a los tejidos cercanos. Se trata del modelo más avanzado del mundo y sirve para radiar los tumores más escondidos.

Lo manipula el equipo de José Reyes Rodríguez, jefe del servicio de Oncología Radioterápica del complejo asistencial, después de muchos estudios e infinitos cálculos, en un búnker de 1,34 millones bajo tierra, con muros de hormigón y una puerta de plomo que se construyó para albergar el aparato, que es tan potente que requiere un permiso del Consejo de Seguridad Nuclear. Pero aquí, en el Hospital leonés lo llaman simplemente acelerador, aunque bien podrían bautizarla como la máquina de Amancio Ortega, ya que lo ha pagado el multimillonario dueño de Inditex, impulsando a la primera línea de la lucha contra el cáncer al Complejo Asistencial Universitario de León (Caule).

Con este equipo Varian llegado de Palo Alto en California, el hospital podrá tratar en una década a 5.000 pacientes aquejados de los tumores que están situados en lugares difíciles, cerca de órganos sensibles, como los cerebrales, de cuello o de próstata. Ahora ya se benefician 40 pacientes al día gracias al doble turno de mañana y tarde.

El acelerador permite muchísima precisión a la hora de radiar al enfermo y con eso se reducen las dosis que reciben los órganos sensibles. Además, puede dar dosis más fuertes, de forma que se acorta la duración del tratamiento. El brazo de última tecnología dispara la radiación y un sistema de toma de imágenes permite ver exactamente a dónde está llegando. El resultado para el paciente es que las sesiones son más cortas (de minutos) y los días de radiación se pueden reducir (de 35 a 20 días para un tumor de cabeza; de 38 a seis para el de próstata...). El campo es infinito. Reyes destaca que el acelerador dispone de un tubo de rayos que efectúa un TAC, lo que permite compararlo con el TAC de control que se realizó previamente al paciente y ajustarlo si se precisa, lo que se conoce como radioterapia guiada por superficie, que mejora la alineación del cuerpo con el haz de energía que dispara y si hubiera la mínima desviación, se para sola.

La puesta en marcha del nuevo acelerador ‘apagó’ una de las dos máquinas que funcionaban hasta ahora en el servicio y cuya vida útil tras 14 años llegó a su fin. Pero Oncología Rapioterápica sumará un nuevo aparato con fondos europeos a final de 2023 para tratamientos, sobre todo, de radioterapia estereotáxica craneal, que enfoca energía de alta potencia sobre un área pequeña del cuerpo.

De modo que el servicio dispondrá de tres aceleradores, dos de ellos de última generación este año, lo que aporta un salto de calidad, pero también cuantitativo en pacientes a tratar. Las obras han habilitado dos áreas de consultas, sala de espera, aseos, cabinas y vestidores, y el servicio gana, además, luz natural con grandes ventanales.