Así es un día en los Juzgados en plena huelga

A primera hora de la mañana, el arco de seguridad tiene la misma cola que un día normal . O más. Los agentes de la Guardia Civil que lo custodian y el vigilante de seguridad privada se desgañitan. «Las llaves a la bandeja y la mochila y el bolso por aquí», apuntan al scanner. La primera jornada de huelga completa convocada por los funcionarios de la administración de justicia en León desconcierta al espectador y al ciudadano: no está vacío el edificio de Sáenz de Miera, todo lo contrario.

«Hay gente que lleva esperando por su juicio más de un año y hoy se encuentra esto». Protesta un veterano abogado de nombre de prestigio que prefiere pasar por el anonimato. «Luego todo se sabe».

«Están haciendo daño a los profesionales, a los abogados y a los procuradores. Eso está claro. Pero al que más daño están haciendo es al ciudadano. Esto consiste en administrar justicia para el que la paga. A nosotros nos van a poner a pedir a este paso, hace mucho que no facturamos con normalidad. Pero los que pagan esto con sus impuestos, no aparecen por ningún lado. Y no tienen derecho a protestar. Esos no salen en la prensa, no reivindican. Pero es para quien se hace todo este sistema. Y esta justicia no es justa», asegura el experto en materia laboral.

De guardia

Las causas con preso no se detienen y el Juzgado de Instrucción número 1 de los de la capital bulle actividad. Está de guardia. Dos jóvenes sudamericanos que cubren la cabeza con gorras de dos famosos equipos de béisbol se deleitan con la música de sus móviles en lo que esperan. Un togado les observa con cierta incredulidad y escudriña al periodista para tratar de incardinarlo en alguna tribu concreta. Es una especie sin clasificar, esa.

La Junta Electoral no para. Es la única sala con las puertas abiertas y cola en compás de espera. Hay tres clientes esperando fuera y un encorbatado resopla mientras la impresora suelta una bocanada de aire caliente. «Vienes por la lista del alcalde, seguro. ¿A que sí?», pregunta. La respuesta es negativa. Pero ya no hay un segundo interrogante. La mañana sigue.

Servicios mínimos

Al teléfono móvil, un funcionario discute: «Pero es que los servicios mínimos ¡no pueden ser así!» Baja la voz cuando se percata de que no está solo y frunce el ceño. Otra vez será.

Los Servicios Comunes de Ordenación del Procedimiento tienen más papeleo y menos personal. El de Penal está bastante más vacío que el de Civil. En las salas de vistas, Social tiene una puerta abierta y el servicio de atención al público no deja su vitrina cerrada. En las pantallas multimedia, el reclamo publicitario recuerda las excelencias de Horus 5. La justicia del futuro.  Preocupa más el presente.

Nuevo horario

Hoy se supone que se estrena el nuevo horario de funcionamiento de la casa. Los paros siguen siendo de tres horas pero en lugar de hacerlo de 10.00 a 13.00 horas se pasa a la franja de 11.00 a 14.00. «Es para beneficiar al ciudadano», dice la versión oficial.

Magistrados, jueces y fiscales ven pelar las barbas de sus vecinos y ya tienen las suyas en remojo