La Casa Botines podría ser Patrimonio de la Humanidad durante el centenario de Gaudí
Se promueve la ampliación de esta declaración de la Unesco al conjunto de la obra de Antonio Gaudí
En el año 2026 se cumplirán 100 años de la muerte del arquitecto catalán Antonio Gaudí. Fecha que se conmemorará con numerosos actos en todo el mundo y que tendrá su gran acontecimiento en la culminación de las obras del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona. La efeméride supondrá un acontecimiento cultural internacional que pondrá el foco en el impresionante legado arquitectónico del arquitecto, en el que figuran sus dos obras leonesas: el Palacio Episcopal de Astorga y la Casa Botines .
Los directivos del Museo Casa Botines Gaudí, que promueve la Fundación FUNDOS, han mantenido diversas reuniones con los responsables de otros edificios gaudinianos en Cataluña en las que se ha puesto de manifiesto la posibilidad de promover la ampliación de la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Cultura y Ciencia (UNESCO) al conjunto de la obra de Gaudí.
Esta iniciativa, que será hecha pública en las próximas semanas, supondría la incorporación de los dos edificios leoneses al selecto catálogo de los más notable del patrimonio mundial.
En el año 1984 se declararon Patrimonio Mundial el Parque Güell, el Palacio Güell y la Casa Milà, siendo las primeras obras modernas representantes de las vanguardias artísticas del siglo XX en conseguir este reconocimiento. En 2005 esta declaración inicial ya se amplió, para incluir los trabajos de la fachada de la Natividad y la cripta del Templo de la Sagrada Familia, la casa Batlló, la Casa Vicens y la Cripta de la colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló, uno de sus primeros proyectos que se caracteriza por su estilo neomudéjar.
Con la declaración de estos siete elementos, se puso de relieve el valor universal excepcional de la obra del genial arquitecto catalán y su contribución imaginativa única a la arquitectura del momento.
Desde el año 2005 las visitas a los edificios abiertos al público no han hecho más que crecer superando, en el computo agregado, los doce millones de visitantes anuales. Estos datos y la extraordinaria relevancia de la figura de Gaudí en todo el mundo avalan la petición ante el organismo dependiente de Naciones Unidas.
En Barcelona, las construcciones de Gaudí son el principal reclamo. En 2019, el último año antes de la pandemia, más de 10 millones de personas visitaron sus edificios. Casi cinco millones de personas (4.717.796) visitaron la Sagrada Familia, y más de tres millones (3.145.349) acudieron al Parque Güell, ambos en los dos primeros puestos del ránking de 'atracciones' barcelonesas, a considerable distancia del Museu del Barça, en tercer lugar, con algo más de un millón y medio de visitantes (1.661.156). Y en séptimo lugar de los espacios más visitados está la Pedrera, que suma otro millón (1.080.519), y en el noveno se sitúa la Casa Batlló (1.065.222), según datos del informe de la actividad turística elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona.
En León, la Casa Botines ya acumula 527.000 visitantes desde su apertura al público en abril de 2017 y su registro anual supera los 100.000 visitantes, consolidando como una de las instituciones museísticas más visitadas de Castilla y León.
La Casa Botines, además, es el museo más popular de León y el segundo de la Comunidad, según el ranking elaborado por Musement, plataforma de reservas de actividades en destino, que ha recopilado los cinco museos más populares en cada autonomía, según el número de reseñas recibidas en Google.
La consecución de la declaración catapultaría a la Casa Botines hasta la élite del patrimonio cultural mundial y supondría un revulsivo sin precedentes para la actividad y el potencial turístico de León, capitalizando de una forma mucho más importante el poderío de la marca “Gaudí”, una de las cinco más importantes del país según Turespaña.