Los obispados tienen ya una guía sobre los abusos sexuales
La asamblea nacional advierte de que «nadie utilice a la Iglesia» políticamente
La Asamblea Plenaria de los obispos ha aprobado la Instrucción sobre los abusos sexuales de menores y personas vulnerables, un documento que sirve de «guía» para diócesis y congregaciones religiosas sobre cómo actuar ante la denuncia de un caso.
Lo anunció ayer el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), César García Magán, que explicó que la instrucción recoge las normas canónicas sobre abusos y sirve como «material de ayuda» para quien reciba una notificación de un posible caso.
El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, anunció recientemente la puesta en marcha en la provincia de la iniciativa Repara León, para atender a las víctimas de abusos. El documento anunciado ayer es «una especie de guía» sobre cómo actuar, desde realizar una investigación previa a informar a la Santa Sede.
Ley Celaá
Los obispos acatan la sentencia del TC, pero no la comparten, y defienden la educación diferenciada
Por otra parte, los obispos respaldaron la «eficacia pedagógica» de la educación diferenciada frente a la sentencia del Tribunal Constitucional que avala la Ley Celaá y enmarca en la libertad del legislador la prohibición de concertar los centros que separan a los alumnos por sexos. «Las sentencias hay que acatarlas aunque uno no las comparta», señalan. Defienden el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos, ya sea «religiosa», «neutra» o «diferenciada» y ha apoyado la «eficacia pedagógica» del modelo que segrega por sexos.
Sin partido político
García Magán pidió también tras la asamblea de obispos que «nadie utilice a la Iglesia como moneda de cambio o arma arrojadiza» en los debates previos a las elecciones y ha insistido en que «la Iglesia no tiene ningún partido político y ningún partido es el partido de la Iglesia». Reivindicó la doctrina social de la Iglesia y señaló que hay partidos que se acercan más a ella en unas cuestiones y otros, en otras.
Además los obispos españoles advirtieron en su encuentro de que la gestación subrogada es «inequívocamente» una «nueva forma de explotación de la mujer» y han pedido una ley que «impida» está práctica no solo en España sino también en el extranjero.