Llega una nueva generación de vitralistas a la ciudad de cristal
La exposición de los trabajos finales en vidrio de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León demuestran que desde lo minoritario este arte es un gran referente leonés
La cosecha artística de los dos últimos años de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León en la especialidad de vidrieras tendría la máxima puntuación. Así lo demuestra la exposición que se puede ver hasta el próximo 5 de mayo, y que reúne una quincena de trabajos llevados a cabo por los alumnos, en donde si cada uno tira de su personalidad artística podría añadírseles a todos la contemporaneidad como filosofía.
Elena García, Pablo Otero, Marta de Paz y Rebeca González son los profesores del Departamento Profesional de Vidrieras Artísticas, que destacan la calidad de los trabajos y el talento de sus alumnos y, aunque no lo digan, algo tendrán que ver en estos resultados. De hecho apuntan que puede ser el mejor escaparate para que se convierta en una referencia cultural en León, como de alguna manera ya lo es.
Elena García, coordinadora del departamento, explica de hecho que el carácter minoritario es una condición propia de la actividad que no le resta importancia. Así que lo cualitativo está del lado de esta especialidad que por otra parte eligen alumnos de todo tipo, edad y lugar.
«El oficio de vidriero es minoritario pero necesario. España es uno de los países más importantes en patrimonio vidriero. Es importante conservar la tradición y facilitar que aprendan el oficio, que conozcan las técnicas, la Historia del Arte, el diseño...», explica García dando a entender que son muchos los frentes que se abren en torno a la técnica vidriera.
Laura Barrero: Aleteos; Mayte Campillo: El secreto del Curueño; Juan Diego Fuentes: Escarabajo en vidrio y acero; Melchor Calvo: La morada de los dioses; Sandra de la Fuente: Porque están ahí; Alexia Fuente: Vidrio a través del vidrio; Asunción Calvo: Cada puntada cuenta; Minaho Nagato: La Anunciación; Aricia Sierra: Loreak; Antonio Cuenca: El ferrocarril en guerra; Andrea Flórez: Tiempo; José Antonio Alonso: Hojas de Plátano, y María Tascón: Del Bronx al mundo, son los alumnos que dan el paso artístico de exponer sus obras en esta muestra que está teniendo una gran acogida.
Los horarios que quedan para visitar la exposición son de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas salvo en estos dos viernes restantes, que será solo por la mañana.
Lo que se encuentran los visitantes lo definía una mujer que disfrutaba de las obras: «Parece que el mundo de las vidrieras es algo antiguo y de iglesias. Y aquí se ve que tiene muchas otras posibilidades», decía. Que son las que descubren alumnos que vienen de Francia, de Japón y de otros lugares de España. «De aquí tienen que salir ya formados para muchas cosas», explica Elena García, una salmantina a la que esta especialidad precisamente fue la que la convirtió en una leonesa más.
Pertenece, de hecho, a la primera promoción. Una más de este club no selecto pero sí minoritario (son unos quince alumnos con treinta de capacidad) que durante unos dos años y medio aprenden a ser vidrieros, respiran la ciudad y se convierten en embajadores de la cultura y el oficio más representativos de León.
La Catedral puede que sea la mejor carta de presentación. Pero lo que se hace en esta escuela tiene el mérito, desde la tradición, de ser el arte vidriero que reta al siglo XXI.