La placa de Primo de Rivera que nadie quiere quitar en León
El fundador de Falange era más querido en la provincia que Franco, con tres referencias más en el callejero. La Ley de Memoria Democrática provoca ahora una situación insólita en Léon: ni la Diócesis ni el Ayuntamiento ni la Subdelegación del Gobierno se hacen responsables de la retirada de la placa que le homenajea en San Marcelo ¿Por qué? El hecho es que Primo de Rivera sigue "¡Presente!"
Placa de homenaje a José Antonio Primo de Rivera en San Marcelo. RAMIRO
La trascendencia social que ha tenido la aplicación de la Ley de Memoria Democrática con el destino de José Antonio Primo de Rivera contrasta frontalmente con una situación insólita que se produce en la ciudad de León desde hace décadas en torno a una placa que homenajea su memoria y que nadie se responsabiliza de eliminar.
Abrazado al fascismo desde 1932, Primo de Rivera se reveló pronto como la primera figura pública del fascismo , pero su fusilamiento en 1936 le convirtió en un referente del Régimen de Franco. A partir de ahí, muchos han sido los homenajes que ciudades y provincias como León le brindaron en sus calles, hoy renombradas a tenor de la mencionada ley.
Pero hay un elemento en León capital, en el centro de la ciudad, adosado a la fachada de la iglesia de San Marcelo, que esconde una intrahistoria en realidad poco conocida y que nadie se atreve a quitar: la Diócesis de León asegura que no es un elemento que ellos colocaran, por lo que no son responsables de su eliminación; y el Ayuntamiento de León y la Subdelegación de León no han tramitado ninguna petición a la Iglesia de León en este sentido, según ha confirmado este periódico.
Manifestantes, este lunes durante el traslado del cuerpo de Primo de Rivera a San Isidro. EFE
La losa situada muy cerca de la hornacina trasera de la iglesia de San Marcelo, reza: "Falange Española y las JONS. José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia. 1903-1936. Presente". La placa de mármol envejecido se encuentra muy cerca de la hornacina central de la parte trasera de San Marcelo, donde algún día puede que hubiera una pequeña escultura.
Su colocación no deja de ser un asunto un tanto rocambolesco. Relatan las fuentes consultadas, a través de los testimonios de los sacerdotes que han dirigido este templo, que hace unos 30 años la fachada de la iglesia de San Marcelo fue objeto de una profunda limpieza, época en la que se aprovechó para retirar la placa original que homenajeaba a Primo de Rivera. No pasó mucho tiempo cuando de la noche a la mañana, la Falange de León, reforzada por miembros de otras partes del país, colocó la placa que actualmente se puede ver en la iglesia. "La teoría es que quien la puso, que la quite", advierten como una respuesta rotunda desde el Obispado de León.
La leonesa María Sánchez Miñambres junto a José Antonio Primo de Rivera y el núcleo inicial de la Falange Española. DL
Desde que la placa-homenaje fuera colocada, cada 20-N se ha celebrado durante años una ofrenda convocada por los miembros de la Falange con la colocación de una corona de laurel. Y es que Primo de Rivera ha sido siempre más querido en León que Franco . No en vano, el caudillo tenaía registradas 25 menciones en el callejero de la provincia frente a las 28 calles y plazas en honor a José Antonio Primo de Rivera.
Una vez que la Iglesia no se considera responsable para retirar el vestigio franquista, el foco se pone en el Ayuntamiento de León y en la Subdelegación del Gobierno en León, ambas del PSOE. Ninguna de las dos administraciones ha realizado gestiones ante el Obispado de León para retirar la placa, como ya se ha hecho a cuentagotas con otros restos que la ley obliga a eliminar. Por lo que la insólita situación que se produce con este recordatorio parece que no salpica a nadie y que su presencia será una constante.
Documento del archivo del exgobernador civil de León Carlos Pinilla en la que se recoge un acta de recepción del cuerpo de Primo de Rivera en su traslado de Alicante a Madrid. ARCHIVO CARLOS PINILLA
No han sido pocos los intentos para hacer desaparecer este polémico elemento de San Marcelo. El más serio fue el ocurrido en 2009, cuando la Concejalía de Personal y Régimen Interior del Ayuntamiento de León anunció que haría uso del artículo 15.3 de la entonces Ley de la Memoria Histórica, que comprometía a poner a disposición de ayuntamientos y autonomías a un experto para identificar la simbología vinculada a los años de la represión.
Hasta ese año, el Ayuntamiento de León tenía como único documento un informe interno que limitaba el cambio de calles al general Mola, Sanjurjo, José Antonio Primo de Rivera y generalísimo Franco. En poco tiempo, ese listado se amplió a 23 calles con otros muchos nombres, pero las intenciones quedaron en nada.
Placa de homenaje a Primo de Rivera en San Marcelo. RAMIRO
De hecho, el anuncio del entonces concejal Ibán García del Blanco para retirar con discreción esa placa se quebró. Todo pese a que la ley ha obligado desde entonces a las administraciones, en el ejercicio de sus competencias, a tomar medidas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de la exaltaciones personal o colectiva de la sublevación militar, de la guerra y la dictadura.
Los restos de José Antonio Primo de Rivera ya descansan en el cementerio de San Isidro , algo que respondería al deseo del fundador de la Falange de ser enterrado en un cementerio católico. Pero la incógnita de León se seguirá sin resolver. Primo de Rivera sigue aquí. "¡Presente!".