José Pedro Fernández se reincorpora hoy como médico de familia en Villamañán
El exgerente de Primaria y del Hospital de León llevará la atención sanitaria de cinco pueblos
En esa noria que mueve tanto la vida personal como la profesional, el archiconocido gerente de Atención Primaria de León durante tres años, José Pedro Fernández Vázquez, que también gestionó otro medio año el Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), regresa hoy, previsiblemente, a su puesto base de funcionario y lo hará en el consultorio de la localidad de Villamañán donde se incorpora como médico de cabecera.
Él mismo ya dijo en mayo del año pasado coincidiendo con su salida de la gerencia del Hospital, un cambio que abría su posible vuelta como facultativo de cabecera, que «soy médico hasta la médula, a mí me gusta ayudar y si tengo que incorporarme (a un centro de salud o consultorio) lo hago encantado porque me mantengo en posición».
Tras unos meses de reciclaje ofertados por Sacyl a los profesionales sanitarios y de hacer frente a una enfermedad, José Pedro, como le conoce la mayoría de los leoneses, llega hoy a su nuevo destino en las instalaciones de Villamañán, que dependen del centro de salud de Valencia de Don Juan. El consultorio dispone de otros doce médicos y a él le tocaría gestionar la atención sanitaria de cinco localidades: Benamariel, San Esteban, Villacalviel, Villacé y Villamañán.
Así que este polifacético médico estomatólogo que impulsó los cribados masivos cuando pocos daban un paso al frente para buscar remedios a los contagios, que convirtió el Palacio de Exposiciones en vacunódromo y que atajó la falta de pediatras en Astorga y La Palomera en su primer verano como responsable de Primaria, se centrará ahora en resolver los problemas de salud de los habitantes del entorno de Villamañán, una población situada a media hora de León ciudad. Cercano y firme defensor de la investigación, había propuesto una profunda reforma de Primaria que sigue pendiente para reorganizar la plantilla, los recursos e incorporar tecnología. «Tengo capacidad, ganas e ideas», repetía este hombre de puertas y teléfono abierto a escuchar.