El alfoz ‘remonta el vuelo’ poblacional mientras la capital se desangra

Los brotes verdes regresan a los principales municipios del área metropolitana leonesa, al menos, en cuanto a atracción de población . Y lo hacen tras seis años de tendencia negativa en el conjunto del padrón.

En el caso de San Andrés del Rabanedo, las cifras de asentamiento de vecinos logran estirarse a fecha 1 de enero de 2023 hacia arriba con 116 más que lo registrado hace un año y tras haber perdido 863 habitantes desde 2007. Este municipio, el de mayor tamaño del alfoz, vuelve a la senda de crecimiento animado, principalmente, por la llegada de residentes en el extranjero y se sitúa ya en 30.607 censados.

Como en la mayoría de la provincia leonesa, los nacimientos (157) no compensan las bajas por defunción (282) y los cambios de residencia tampoco, ya que trajeron a 1.489 personas de otros municipios a esta zona del cinturón leonés, pero salieron de San Andrés hacia otras poblaciones 1.514. Sólo la población del extranjero aporta el salto cuantitativo, ya que llegaron 300 vecinos frente a los 38 que decidieron abandonar su residencia en San Andrés con destino a otros países. Precisamente el pleno de este ayuntamiento aprobará hoy las cifras en positivo del último padrón.

Villaquilambre también experimenta una notable subida con 223 censados nuevos que le permiten alcanzar los 19.119 habitantes en el padrón, mientras Valverde de la Virgen consigue 137 nuevos residentes este 2023, lo cual le hace seguir escalando en la pirámide de población hasta los 7.710 personas.

Con 56 nacimientos y 86 defunciones, el saldo vegetativo en este municipio es negativo, al contrario que el de movimiento entre poblaciones, ya que Valverde ejerció de imán para 763 residentes en otros municipios españoles y 20 en el extranjero, frente a los 658 que se marcharon fuera, trece de ellos a otros países.

Sariegos , con un crecimiento exponencial desde 1994 en que acogía a sólo 1.600 habitantes, añade en el padrón de este año 106 habitantes y ronda ya los 5.500 (5.412) censados, tras ir arañando un centenar de nuevos vecinos en los últimos años excepto en el fatídico 2017 que registró 78 menos.

Lo cierto es que el área metropolitana leonesa perdió población por primera vez hace seis años. Los municipios del cinturón de León capital, que venían aguantando los efectos de la crisis, la falta de empleo y el fuerte descenso en el número de viviendas nuevas construidas, no pudieron sumar habitantes a la provincia ese 2017, ya que acusaron una merma de 413 vecinos. El dato fue especialmente significativo, porque el alfoz emergía como una isla siempre en crecimiento, capaz de aportar cada año población a León, como ocurrió en 2016 en que se contabilizaron 325 habitantes más en ese entorno.

San Andrés del Rabanedo, Villaquilambre, Valverde de la Virgen y Sariegos, que tradicionalmente habían tirado hacia arriba de las cifras de población, gracias a sus fuertes desarrollos urbanísticos, comenzaron en esa fecha a desinflarse, aunque de forma tímida y muy lejos de la radiografía de crecimiento negativo que marcaba al conjunto de la provincia.

En concreto, San Andrés, que encabeza el alfoz en tamaño y figura como el tercer municipio de la provincia por detrás sólo de León y Ponferrada, se quedó hace seis años con 31.470 habitantes (al perder 275 respecto al padrón del año anterior); Villaquilambre se situó en 18.583 (32 censados menos); Valverde, en 7.358 (lo que significó descender en 77 vecinos); y Sariegos, en 4.904 (78 por debajo).

Ahora la estadística vuelve a dar alas a las pretensiones de Villaquilambre, Valverde y Sariegos de romper las barreras de los 20.000, 10.000 y 5.500 empadronados, respectivamente, para lograr nuevos servicios y subvenciones estatales.