La burocracia ahoga a los docentes con la implantación de la Lomloe
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) reclama a la Consejería de Educación que implemente las medidas «adecuadas» para apoyar y simplificar la tarea de evaluación a un profesorado «totalmente desbordado» por el «galimatías» que ha generado la implantación de la Lomloe y que resulta «insoportable», sin que «tenga convencimiento de que implique una mejora en el sistema educativo».
La nueva ley educativa ha supuesto un aumento exponencial de la burocracia en los centros educativos, algo que ya criticó la organización a principios del curso 2022/2023 y el sindicato considera que desde el primer momento, el retraso en la publicación de la normativa de desarrollo de la nueva ley educativa, tanto en el ámbito nacional como autonómico, ha «abocado» a un curso escolar que se ha convertido en una «carrera de obstáculos para el profesorado, hastiado del trabajo burocrático de continuos cambios legales sin base profesional».
Desde Csif subrayan que durante los dos primeros trimestres, los equipos directivos y el profesorado se han visto obligados a remodelar unas programaciones didácticas donde se incluye toda la planificación educativa.
«Para mayor complicación, si cabe, el currículo de los cursos impares se basa en normativa Lomloe, mientras que en los cursos pares sigue vigente el currículo de la anterior ley educativa, la Lomce», recuerdan desde el sindicato para indicar que no ha sido hasta el final del segundo trimestre cuando se ha exigido la entrega de estas programaciones, adaptadas no a un nuevo currículum, sino a todo un nuevo sistema pedagógico «en el que la prioridad ya no son tanto los contenidos como las denominadas competencias clave».
El sindicato critica que la «inmensa mayoría» del profesorado no ha recibido una formación «adecuada y que se ha multiplicado el número de conceptos didácticos a tener en cuenta en la evaluación». Por ello, Csif ha iniciado una recogida de firmas que puede hacerse presencial o mediante web y redes sociales, en la que pide la «máxima flexibilidad en la evaluación de este curso y formación real en los centros, con la dotación de los recursos necesarios».