León y Asturias pasarán cinco días sin trenes, con carriles cortados y tráfico filtrado por carreteras

El norte sueña con estructuras de los territorios privilegiados, que le sirven de modelo para lo que debe ser su relación con el desarrollo, la prosperidad, las conexiones seguras. En medio de ese repertorio de grandes intenciones, aparecen paréntesis que devuelven a este territorio la realidad. Viajar de León a Asturias implica deshacer el ovillo de la incertidumbre y la fluidez; cinco días sin trenes. Y la alternativa, condicionada por una cadena de incidencias, pasos alternos, carrieles cerrados, cortes móviles, semáforos de improvisto, que ponen al territorio leonés y, en particular el enlace con el otro lado del cordal, en el brete del más difícil todavía.

El corte de ferrocarril por obras de mantenimiento en las vías se suma desde esta media noche a la cadena de incidencias que salpica desde hace varias semanas la circulación por carretera entre estos dos territorios, periferia de la periferia, apurados por una renovación estructural que en muchos casos se administra con dosis de tratamiento paliativo.

El repertorio de incidencias de la red principal de carreteras le reserva a las principales vías de comunicación entre León y Asturias un capítulo diario en este serial interminable: la N-630, la célebre carretera a Asturias, está salpicada a lo largo de ese tramo en el que acompaña el cauce del Bernesga de semáforos portátiles para filtrar el tráfico por el único carril que queda libre en las intervenciones; cuando no, se trata de corte permanente de la vía, con itinerarios circunstanciales. Hay ejemplos asentados en el tiempo entre los valles de Gordón; en Santa Lucía, en La Vega.

Como en algunas de las intervenciones se trata de atender la seguridad de paredes y túneles, parte de una operación más amplia, que tiene por objetivo dejar las galerías de León al nivel de adecuación de otros pasos subterráneos en vías principales de la añorada España desarrollada, esta secuencia se mantendrá tras la coincidencia de cierre temporal para los trenes.

También en la autopista, con cierres de carriles a lo largo de diferentes trechos que suman casi cuatro kilómetros; la incidencia se extiende en horario diurno, entre la primera hora de la mañana y la última de la tarde; localidad estos últimos días en trazas de la estructura en las proximidades de la Vega de Robledo, los inconvenientes no se traducen en descuentos en las tasas del peaje, que permanece inalterable para lo usuarios, principales paganos de esta situación de renovación incesante que arrecia desde hoy entre León y Asturias por vías principales. La vía deja paso a la odisea del tráfico controlado por carretera.